WATCHES AND WONDERS 2024

Tras las ediciones del pasado año en Ginebra y Shanghái, la gran reunión de la relojería mundial regresó a la capital suiza con récord de participantes, más de 50 marcas y un aparente éxito de convocatoria de profesionales y aficionados. Muchas novedades y algunas piezas realmente excepcionales. Os resumimos lo que nos pareció más interesante.

La feria tiene una duración de una semana, y se mezclan las actividades de las marcas para sus clientes, prensa y distribuidores con una intensa actividad comercial, porque tal y como están los mercados no se puede perder ninguna oportunidad para vender. La verdad es que nos alegra ver siempre tanta actividad en el sector y aunque haya muchas piezas que no nos gusten, lo cierto es que las marcas siempre apuntan a sus destinos más importantes y donde más volumen mueven. No son tiempos fáciles para la industria de las máquinas del tiempo y todo lo que llegue, es siempre buena noticia.

En W&W vimos mucho oro y mucho brillo en forma de piedras preciosas. Sin duda, además de lo que significa en cuanto a qué mercados va dirigido el producto, es una declaración de intenciones en cuanto a la estrategia de negocio que impera en las grandes marcas desde la pandemia, menos producción, pero con piezas más caras, no bajan los ingresos y suben los beneficios. El problema es para el pobre aficionado de calle que sufre para conseguir según qué relojes y a unos precios que no todo el mundo se puede permitir.

Como aquí estamos para disfrutar y no para sufrir, soñemos con los favoritos que incorporaríamos a nuestra caja. Y como no podía ser de otra manera empezaremos por nuestra marca fetiche, Jaeger LeCoultre. Llevamos tiempo tras un Duometre, pero la escasez de piezas y el incremento de precios los ha puesto fuera de nuestro alcance, por ahora. En Ginebra se pudo ver el un Heliotourbillon con calendario perpetuo que es una auténtica locura. Ese tourbillon que gira sobre tres ejes ya lo hemos visto en otros modelos de la casa y es tremendo, hipnótico cuando lo miras.

La esfera del Duometre Heliotourbillon Perpetual tiene disposición triangular la indicación de la hora está flanqueada por dos reservas de marcha y la base del triángulo está formada por el indicador de las fases lunares y el día en un lado, y los meses y el año en el otro.  En el eje vertical, los dos lados de la esfera están separados por un puente de oro con zonas en contraste y biselado, que crean un interesante juego de reflejos de la luz incidente. El lado izquierdo de la esfera está calado y permite ver la rotación del tourbillon como si fuera una peonza, un efecto cinemático creado por la combinación de las tres jaulas que giran sobre ejes diferentes y a diferentes velocidades. Una ventana de cristal de zafiro en el lateral de la caja también permite observar el calibre.

El tourbillon se sitúa sobre un fondo de laca azul intenso que representa un cielo estrellado y, mientras gira, los triángulos rojos en la tercera jaula indican intervalos de 20 segundos marcados en un arco de cristal de zafiro que flota sobre el fondo azul estrellado. En la esfera principal destacan los índices horarios aplicados y contornos alrededor de la fecha y el año, así como una combinación de superficies opalinas, cepilladas y azuré que crean contrastes sutiles entre las diferentes indicaciones. La caja es de oro rosa 750/1000 (18 quilates) con un tamaño de 44 mm de diámetro y 14,7 mm de grosor. Una locura sin precio anunciado.

VIVAN LAS COMPLICACIONES

Siguiendo con las grandes marcas, Patek Philippe presentó varias novedades y entre ellas me gustó mucho el 5330, un cronómetro de hora universal equipado con el Calibre 240 HU C. Un movimiento mecánico extraplano de cuerda automática con 24 husos horarios y hora local, con fecha indexada sobre la hora local, mini-rotor de carga de oro de 22 quilates y una reserva de marcha de hasta 48 horas.

Un diseño clásico, muy elegante en una caja de oro blanco de 40 mm de diámetro. El centro de la esfera, de color azul-gris opalino, está decorado con un motivo carbono. El disco de las 24 horas se subdivide en dos zonas día/noche que se distinguen respectivamente por un fondo plateado con un pequeño sol dorado que simboliza el mediodía y un fondo azul-gris con una luna creciente dorada que simboliza la medianoche. En el disco de las ciudades, un punto rojo entre Auckland y Midway marca la línea del cambio de fecha. La hora local del huso horario seleccionado a las 12h se indica mediante agujas de tipo delfín facetadas y los índices aplicados de tipo bastón facetados en oro blanco con revestimiento luminiscente.

Somos muy fan de A.Lange & Sohne y su Datograph Perpetuo Tourbillon es impresionante. Con tres complicaciones a saber, DATOGRAPH que hace referencia al cronógrafo flyback con gran fecha de Lange. El avance del flyback permite medir de manera instantánea tiempos inmediatamente consecutivos al combinar en una sola pulsación los tres pasos de parada, puesta a cero y reinicio. El totalizador de los minutos se encarga de presentar los tiempos de parada al saltar justo una división en el momento en que la aguja del segundero del cronómetro completa los 60 segundos. La función del cronógrafo se ve culminada por una escala de tacómetro, situada al borde de la esfera de cristal de zafiro revestido, cuyo cometido es determinar velocidades medias. 

PERPETUO hace alusión al calendario perpetuo con indicaciones saltantes. Su mecanismo programado a largo plazo se basa en el calendario gregoriano. Además de tener en cuenta las diferentes duraciones de cada mes a lo largo del año, incluye el 29 de febrero de los años bisiestos. Sólo se tiene que corregir un día después de 122,6 años.

El apelativo TOURBILLON se deriva del tourbillon de un minuto con parada del segundero, que reduce la influencia de la fuerza de la gravedad en el escape y órgano regulador. La caja es de oro denominado Honeygold de 18 quilates y cuenta con un tamaño de 41.5mm de diámetro y un grosor de 14.6mm. Remata el conjunto un espectacular lumen en tonos verdes realmente llamativo y original.

Y vamos a cerrar este póker de ases de la relojería con otro de los modelos que más nos ha llamado la atención, el nuevo IWC portugués con calendario eterno. ¿Y qué significa esto?, pues que el nuevo diseño anula las excepciones de la regla de los años bisiestos del calendario gregoriano y salta tres años bisiestos en cuatro siglos. En un calendario perpetuo convencional se necesita una corrección en el año 2100. Este calendario eterno no será necesario ajustarlo hasta el año 3999. Además, combina esta complicación con la indicación de fases Double Moon, que se desviará de la órbita de la Luna un día cada 45 millones de años. Qué pena no vivir para verlo, habrá que dejarlo por escrito para que nuestros sucesores lo vayan disfrutando y comprobando su exactitud.

MÁS TERRENALES

Nos encanta que las marcas se compliquen la vida con novedades en diseños o tecnología, pero también que recuperen fondo de armario y reediten modelos emblemáticos de su pasado y los devuelvan a la vida con materiales del siglo XXI. Aquí van dos ejemplos que nos han gustado mucho. Un crono y un diver, para contentar a todos los aficionados.

Hablar de cronometraje deportivo es hablar de TAG Heuer. Tanto por tierra como por aire o por mar. El Carrera Chronograph Skipper es un buen ejemplo y se basa en el diseño éxito de ventas glassbox (una esfera curvada que mejora la legibilidad), lanzado a principios de 2023 para conmemorar el 60º aniversario del famoso cronógrafo Carrera. Está equipado con el calibre Heuer 02, una versión del movimiento Heuer 02 especialmente adaptada para el cronometraje de regatas. El nuevo modelo de diseño similar al presentado el año pasado en acero también tiene de unos atractivos colores que reproducen los utilizados en el cronógrafo Skipper original de 1968, que se lanzó bajo la dirección de Jack Heuer para celebrar la victoria del “Intrepid” del New York Yacht Club sobre el “Dame Pattie” de Nueva Zelanda en la Copa América del año anterior. Todo ello en una atractiva caja de oro rosa macizo 5N de 18 quilates y 39 mm de diámetro.

Y otra marca que nos gusta es Zenith que en su línea Defy ha sacado del baúl el diseño de su diver sesentero, bautizado Revival. Una caja singular y que varias marcas compartieron en el pasado ahora sirve de base para modelo Extreme. Usando titanio y unas combinaciones de colores muy acertadas en azules y naranjas. El brazalete de tres eslabones de titanio completa el Extreme Diver, junto con las dos correas incluidas. La primera correa adicional es de caucho FKM, a juego con el color de la esfera con textura efecto “cordura” que cuenta con orificios en el lateral para permitir el paso del agua. También se entrega con una correa extralarga fabricada con redes de pesca recicladas, pensada para llevar sobre un traje de neopreno. Cuenta con piezas finales específicas para pasar la correa de una sola pieza a través y por debajo de la caja para que el ajuste sea seguro.

Panerai sigue ofreciendo variantes de sus sumergibles usando materiales de última generación, y hasta ofertas sólo accesibles a través de su web, aunque afortunadamente mantiene clásicos Luminor como el Ocho Días más de nuestro gusto. La gran ausencia del Watches & Wonders ha sido el grupo Swatch con todas sus marcas. Una pena. Quien si vino fue Rolex con pocas novedades interesantes, variaciones del mismo tema con diferentes materiales y colores y lo único que nos atrajo fue el Perpetual 1908, en una caja de platino de 39 mm y una esfera con guilloché muy elegante. Curioso desmarque de los tradicionales deportivos.

Por Amando Martínez