En los tiempos que corren, vestir de traje representa un acto de auténtica rebeldía. Cada día se viste menos y los que lo eligen lo hacen peor, prescindiendo de algo tan necesario como la corbata.
Si hace unos años, no tantos, acudir diariamente al trabajo con traje era lo aceptado socialmente y hacerlo en mangas de camisa no era visto con buenos ojos, hoy, probablemente por la influencia mundial de las empresas más populares estadunidenses, han cambiado las tornas. Hoy, claramente es más revolucionario un sencillo traje azul y unos zapatos negros de cordones que unos chinos, una camisa y unos zapatos de no muy buen aspecto. En España ni empresarios, ni políticos, ni escritores, ni actores, ni deportistas, ni presentadores… visten de manera cuidada, se representen solo a ellos, a miles de empleados o estén siendo visualizados por millones de espectadores.
Pero precisamente por ello, aquel que cuida mínimamente su aspecto destaca fácilmente sobre el resto. Y valga este artículo para revindicar la importancia del traje y, por supuesto, de la corbata. Imposible entender uno sin el otro. Pero vayamos más allá y defendamos la vigencia no solo del traje, sino del traje cruzado; el traje más elegante de cuantos existen. El convencional es correcto, el dos piezas más relajado, el tres piezas siempre especial pero ningún traje aúna elegancia y estilo como lo hace el traje cruzado.
Haciendo oídos sordos a una sociedad que ha perdido el concepto de la estética y a aquellos que solo compran ropa para cubrirse, volvimos a visitar este verano algo tan trasnochado, pero tan romántico, como una sastrería tradicional. La sastrería de nuestro amigo D. José María Reíllo. Y, cómo no, lo hicimos para encargarnos un traje cruzado cosido por su taller a mano.
Aunque pocos se atrevan a innovar, la variedad de estampados entre los que escoger es hoy más amplia que nunca. Nada tan seguro como el traje cruzado liso azul marino, todo un imprescindible, ni nada tan atemporal como un POW, aunque tampoco nada que imprima un toque formal y elegante como el conocido como dibujo diplomático. Si el diplomático azul marino es perfecto para los países con poco sol, el gris, como también ocurre en su versión lisa, es más utilizable en España al ser siempre bienvenido con luz solar.
A la hora de elegir un estampado diplomático hay que tener en cuenta que la clave de los tejidos diplomáticos radica en el tipo de raya y en lo oscuro del tejido. Si a rayas más anchas, marcadas y separadas un traje más informal, a rayas más finas, pocos marcadas y juntas un traje más formal. Igualmente, si los azules marinos son más propicios para la noche, los claros, tipo azul petróleo, combinan mejor con la mañana. Y algo similar ocurre con los grises. Si los más oscuros encuentran en el invierno a un buen compañero, los claros hacen lo propio con la luz y alegría de la primavera y el verano.
Nuestro traje es de un gris bastante claro, las horas que vestimos traje suelen ir acompañadas de luz solar, de una línea fina y de una separación importante. Con ello no buscamos otra cosa que el de contar con un traje lo suficientemente serio como para poder ir a trabajar con él, pero también algo informal como para disfrutar de una imagen algo desinhibida y relajada.
El corte es marca de la casa que habéis podido ya ver aquí en otros de sus trajes. No especialmente ceñido, hombros bastante naturales, corte recto, largo atemporal, preciosos y largos ojales, solapas rectas de medidas según torso, pantalón de pinzas, ausencia de pasadores de cinturón, corte alto, boca de 21cm, dobladillo.
Si bien es cierto, que cada día los forros son más atrevidos y divertidos, nos decidimos por uno sencillo burdeos que consigue un bonito contraste con el gris (a esto no hay que darle demasiada importancia pues nunca se verá). Lo que sí se agradece es ver las puntadas a mano que unen el forro a la tela principal, los refuerzos en los laterales de los bolsillos para evitar que se puedan estropear de meter y sacar la cartera.
Cierto que los dibujos, como no podía ser de otra forma, casan en los bolsillos, que medidas de la chaqueta y pantalón guardan total proporcionalidad y que es tan cómodo como ligero el tejido de H&S utilizado. Sin embargo, si algo me gusta de los cruzados de José María es el corte y cruce de sus chaquetas. No aprietan, te dan libertad de movimientos, aparentan ser algo ceñidas aun cuando por dentro son muy anchas, no piden desabotonarse, no incomodan y se mueven contigo sin necesidad de tener que ajustarte el cuello o la propia chaqueta en ningún momento.
PD En un próximo artículo mostraré todos los detalles de costura.
El Aristócrata
14 comentarios
Precioso. Se agradece ver en estos tiempos un traje tan bien hecho y vestido. Conocí a José María por esta página y desde entonces todas mis chaquetas me las hace él. Calidad-precio imbatible.
Totalmente de acuerdo. Fabuloso traje. Yo no entiendo de costura pero sí de imagen. Y el traje le queda estupendamente. Puedo preguntarle cuántos trajes hay que hacerse con el mismo sastre para que llegue a entender tan bien las medidas de un mismo cliente?
Gracias y enhorabuena por tan bonito resultado.
Guille
Guille, no quiero quitarle la ilusión pero si no es un palo como El Aristócrata nunca un traje cruzado va a quedarle como a él. Le haga su sastre 1 traje o 50.
Los sastres tienen recursos para hacer al "metido en carnes" más delgado y a éste más esbelto. Esté seguro
Un saludo
Por cierto, no soy sastre
Bonita chaqueta, el pantalón lo veo menos logrado.
Hola muy buenas tardes,
Enhorabuena, precioso traje y tela.
Ciertamente el cruzado favorece a alguien delgado, pero también le puede quedar francamente bien a alguien de constitución más ancha.
Si se está muy gordo, mejor quitarse unos kilos antes y luego acudir al sastre.
Se lo agradecerá el traje y su salud.
Gracias querido Aristócrata.
No quiero quitar a nadie la ilusión pero la ropa, no solo los trajes cruzados, quedan mejor a los delgados que a los gordos (en mujer es exactamente igual). El escritor de este blog no es bajo y además roza los límites de la anorexia. Por lo que si no tiene un cuerpo similar al suyo no espere que los trajes vayan a sentarle como a él. Yo estoy bastante más gordo pero no por ello me privo del placer de vestir bien. Ya luego sin ropa y entrado en faena no hay sastre que te eche una mano.
Disfrutemos de vivir, con buen o mal cuerpo. La felicidad se mide por otras hechuras.
Albert
Estimado Albert, me parece poco apropiado su comentario. Este blog tiene repercusión mundial y por su comentario parece desprenderse que hay que estar anoréxico para que la ropa siente bien. Tengamos cuidado con lo que dejamos por escrito pues nunca sabes quién puede estar leyendo.
Un saludo a todos.
A.T.
Un traje fántástico yo no dispongo de cruzados pero sí de raya diplomética (2), los cometarios del autor sobre la degradación estética (Y ética) de nuestra sociedad son muy pertinentes, nos anima a ir contracorriente y a seguir en el buen gusto y la civlización, a mi me resulta ya dificil ir con corbata en el trabajo porque, como dice el autor, se destaca demasiado por el ambiente de cochambre y eso que trabajo en una firma de consultoría ya no quiero pensar en empresa normales.
Por eso me sigue gustando todo el contenido de este blog es un pequeño rayo de sol en esta ambiente cada día más vulgar.
Espectacular. Gracias este blog conocí a D. José MAría y desde entonces cambié de sastre. Una pena no contar con tres páginas más sobre el traje y la experiencia. Pero mejor algo que nada.
Gracias!
Yo sí dispongo de varios trajes cruzados, es el tipo de traje más elegante, los de raya diplomática me encantan, yo resalto bastante por qué visto trajes muy elegantes con gemelos, broches, tirantes, zapatos, gafas de sol y demás de gran calidad.
En España cada vez se irá vistiendo peor, no hay cultura por la sastrería, a mí me encanta la elegancia y siempre visto muy elegante, pero somos una minoría muy minoritaria.
Desde hace un año estoy utilizando broches con los trajes y quedan genial, muy elegantes y bonitos.
Un saludo.
Desde la espalda, en la foto, el hombro izquierdo está a más altura que el derecho.
F.
Es cierto el hombro derecho esta bastante mas bajo que el izquierdo
Es un detalle que pienso debería estar corregido en untare a medida
Un saludo desde Sevilla
Estimado Aristócrata:
Una duda en relación no con el traje, sino con el chaqué y frac.
El chaqué se identifica con el vestuario más formal para actos y celebraciones que tengan lugar antes de las 6 de la tarde, ¿no?. En cambio, el frac está pensado para las ceremonias más solemnes que tengan lugar pasada esa hora.
A su vez, el chaqué gris debería utilizarse únicamente en las ceremonias de mañana, esto es, antes de las 18 horas.
Si lo anterior es correcto, el chaqué clásico, con levita negra y pantalones grises, ¿para qué franja horaria está pensado? ¿O es que simplemente el clásico se ha equiparado en las convenciones sociales al frac en cuanto a su horario de uso?
Muchas gracias de antemano.