Aunque hace años que escribimos este artículo, la semana que ahora comenzamos bien merece recordarlo. “All White”.
Con un Rafael Nadal caído del cartel, las mejores raquetas del planeta entrenan ya para el que es, junto al Roland Garros, el Grand Slam más importante del circuito tenístico: el campeonato de Wimbledon.
Wimbledon es famoso, además de por las célebres finales entre Borg y McEnroe y Gerulaitis y Borg por su larga tradición en cuanto a vestimenta y protocolo, protocolo que no tiene parangón con el que aplica en ningún otro torneo. Si el árbitro tiene la obligación de dirigirse a las tenistas como “Miss” o “Mrs” (señorita o señora) a los hombres se les llama por su apellido y nunca por su nombre de pila. Además, hasta el año 2009 las tenistas eran nombrabas por el apellido de su marido y solo a partir de entonces el árbitro pudo empezar a dirigirse a ellas por su nombre y apellido.
El peso de la tradición ha hecho oídos sordos a las críticas vertidas por diferentes jugadores sobre el estricto código de vestimenta del All-England Club y les sigue exigiendo, tanto a ellas como a ellos, vestir de blanco. No solo no se han flexibilizado estas normas sino que con los años se han endurecido como demuestra el hecho de que a Boris Becker o a John McEnroe se les permitiera en su época llevar camisas a rayas y hoy estas no estén permitidas.
Estas normas de vestimenta datan de 1800 cuando el tenis se jugaba en reuniones de alta sociedad donde se antojaba obligatorio vestir ropa blanca para que no se adivinaran manchas de sudor; algo impropio y mal visto por la alta clase de entonces. A pesar de que otro Grand Slam, el US Open, decidiera permitir a partir de 1972 la ropa de color, Wimbledon no parece que vaya a dejarse presionar por las grandes marcas de ropa deportiva que ven difícil identificar a sus jugadores vistiendo todos de blanco. Esto queda atestiguado con la decisión en 2014 de aceptar únicamente el color blanco y dejar fuera los tonos crudos y cremas. Igualmente, las nuevas normas estipulan que solo está permitido una tira de color de no más de un centímetro y que de poderse transparentar la ropa interior esta tiene que ser cambiada por ropa blanca.
Desde los calcetines, las muñequeras, las gorras, la propia lengüeta de la zapatilla hasta las cintas del pelo han de ser blancas. Si en 2013 Roger Federer tuvo que cambiar sus zapatillas de suela naranja por otras totalmente blancas, a Martina Navratilova se la obligó sustituir su falda blanca de finas rayas azules por otra de un blanco impoluto. Con Chris Evert, tres veces campeona del torneo, se fue mucho más allá ordenándola ir a los vestuarios para cambiarse de ropa interior al insinuarse tras su falda unas bragas rojas. Pat Cash, campeón en Wimbledon en 1987, llegó a quejarse de que varias tenistas tuvieron que jugar ese año sin sujetador al obligárselas a sustituirlo por uno enteramente blanco y no tener ese repuesto en su bolsa de deporte.
Pero la tradición en Wimbledon va más allá de lo que es el vestuario más elegante del circuito. Fresas con crema, Pimm´s y champagne son tan obligados como los niquis blancos de los tenistas. Igualmente, y como no podía ser de otra manera en el país con la Reina más longeva, el protocolo exigió hasta el año 2003 que los jugadores al entrar o salir a pista hicieran una reverencia al Palco Real, algo que ya después quedó solo limitado a cuando en él se encontrara la Reina o el Príncipe de Gales.
Preferencias aparte, lo cierto es que como apunta la guía oficial del torneo: “the British Public still likes to see tennis and cricket played in whites” y aunque solo fuera por ello, la tradición y el blanco deberían mandar por siempre en Wimbledon.
El Aristócrata
7 comentarios
Buenas tardes,
He echado en falta la mención a los culotes de Agassi y el morbo que había cada año por ver como iría.
Feliz semana a todos.
Eneko
No recuerdo haberlo leído. Gracias por las anécdotas.
Me ha defraudado Alcaraz vistiendo camiseta. ¡Qué menos que vestir un polo! Aunque Nadal también era de camisetas. Bueno, siempre nos quedará Federer. Elegancia en la pista, en todas sus vertientes.
Pues me parece muy bien y que lo mantengan a todos los niveles, recordemos la reciente coronación. No como aquí, cuando el presidente de Colombia se negó a vestir frac en la cena de estado con SS.MM los Reyes de España. Lo hubieran consentido en la corte de Saint James? o , lo que es aún peor, se le habría pasado por la cabeza a ese mindundi, Petro? yo creo que no…
Saludos
Buenas tardes,
Estoy viendo el Alcaraz & Berrettini y me da que la vestimenta de BR no coincide con lo descrito en el artículo. Por otro lado, en relación a lo comentado por Andrés, yo detesto esos polos, pero por otro lado comprendo que si siempre juegas con ellos y siendo tan joven, los cuellos te van a molestar y ya tiene bastantes preocupaciones.
Yo juego al tenis y al paddel y me pasa alreves, si no llevo cuellos me siento incómodo. Desgraciadamente cada vez es más difícil encontrar polos bonitos, los últimos los he comprado de golf, deporte al que no he jugado nunca.
Un saludo y feliz semana.
Eneko.
Niquis?
El Rey Felipe VI iba impecable
¿Alguien podría decir quien es el sastre del Rey?