OFERTA ESPECIAL DE NAVIDAD PARA LOS LECTORES DE “EL ARISTÓCRATA”

“Los rebeldes nunca ganan, pero molan más”. O al menos eso es lo que el cine, y la noche, han demostrado desde que ambos existen. Y la rebeldía de Miguel Ángel en muchos de sus trabajos no hace, sino que aumentar la atracción del personaje. Y la indisciplina que se esconde en este pañuelo es la que nos ha inspirado para escoger la escena de El Juicio Final. Porque ser canalla también es divertido.

Si hace años teníamos la costumbre, también para Navidad, de ofrecer a los lectores de esta página la posibilidad de hacerse con pañuelos de Simonnot-Godard o con corbatas de Passaggio Cravatte, esta hemos recuperado la tradición yendo un paso más allá. Para ello, hemos diseñado algo que espero sea, si cabe, más interesante que aquellos, un pañuelo que mezcla al ángel y al canalla que muchos llevamos dentro.

El Juicio Final de Miguel Ángel es uno de los frescos más famosos del Renacimiento y de la historia del arte. Está situado en la Capilla Sixtina, en el Vaticano, y fue un encargo del papa Clemente VII, que después seguiría en manos de Pablo III. En 1512, Miguel Ángel ya había finalizado el techo de la Capilla Sixtina, y era conocido en los círculos artísticos. Después del Saco de Roma en 1527, la iglesia católica se encontraba en una grave crisis. Para hacer frente a la situación y a la Reforma protestante, el papado sabía que las artes podrían ser de vital importancia. Por ese motivo, en 1536 decidieron que Miguel Ángel continuara su obra en la pared este de la Capilla Sixtina, con la representación del Juicio Final. Después de un laborioso trabajo, el artista italiano consiguió acabarla en 1541.

El contenido de El Juicio Final hace referencia al momento en que Dios regresa a la tierra, rodeado de ángeles, y lleva a cabo el juicio universal para todos los hombres. Sin embargo, detrás de esta pintura se esconde una advertencia de la iglesia hacia sus críticos: quien no reza y hace buenas obras no podrá ascender a los cielos, será condenado al infierno por sus pecados. Teniendo en cuenta que la Capilla Sixtina contaba con varias escenas del Génesis y la vida de Jesucristo, con esta última obra se completaba la narrativa del escenario.

En el pañuelo de estas Navidades se intenta incluir una gran parte de los detalles del fresco original con su variedad de detalles, sus personajes y los subgrupos y partes principales. Por ejemplo, la parte más alta de El Juicio Final está ligeramente inclinada, con el objetivo de intimidar a los creyentes. En ella nos encontramos el reino celestial, y en su centro se sitúa Cristo junto a la virgen María, que mira hacia la tierra. A su alrededor se sitúan un conjunto de ángeles sin alas, algunos tocando la trompeta para resucitar a los muertos, y otros leyendo libros sobre las acciones que cometieron en vida. En el planeta tierra, a la derecha del cuadro, vemos a los muertos resucitar y salir de sus tumbas con túnicas sepulcrales. Algunos se elevan por cuenta propia, mientras que otros son ayudados por los ángeles. A la izquierda, los demonios arrastran las almas al infierno. Algunas de estas almas luchan por escapar, pero los mismos ángeles se lo impiden. Entre los condenados, podemos ver las personificaciones de los pecados capitales, como la avaricia o la lujuria. Y al fondo de todo se encuentra el barco de Caronte, que según la mitología griega transportaba los muertos al inframundo.

Pese a tratarse de uno de los frescos que más han sido visitados, la obra no ha estado exenta de críticas. Algunos la interpretaron como una “herejía pietista”, demasiado cercana al reformismo protestante, demasiada mitología griega de por medio y muchos personajes desnudos y musculosos. Como consecuencia, con la llegada de la Contrarreforma, en 1564 se cubrieron las partes más polémicas del fresco con una especie de “bragas”. Finalmente, en 1990 se eliminaron estos añadidos. Quién sabe si por ello, por más que insistan en lo contrario ciertos timoratos y gazmoños, nuestra “Chica del Viernes” seguirá rebelándose ante lo políticamente correcto. Y así será, guste a quien guste o disguste a quien disguste, hasta que la mismísima ley lo prohíba.

Centrados ya en la confección del pañuelo, este es de seda 100%, cosido el ribete enteramente a mano de 45cm X 45cm, medida que es perfecta para que no se pierda dentro del bolsillo de la chaqueta. Su color predominante es el azul grisáceo del cielo. Algo francamente interesante es el hecho de que al haber también verdes, naranjas, granates y marrones el pañuelo puede combinarse con casi todos los tonos de trajes, camisas y corbatas. Bastará mostrar los colores del pañuelo que más nos interesen para conseguir el resultado deseado. La imagen principal está rodeada de una ancha greca donde es el verde botella el color predominante, algo que ayuda, si cabe más, a su combinación. Este marco contiene motivos indopersa con los que buscamos la celebración de la historia del arte oriental y occidental. Por último, apuntar que tanto la imagen principal como el exterior del marco están rodeados por dos franjas, una de color mostaza y otra granate, que con el pañuelo en el bolsillo ayuda a dar a todo el conjunto sentido.

El precio del pañuelo son 55€ más gastos de envío. Es un pañuelo verdaderamente especial y al que se le han dedicado muchas horas de trabajo por lo que el tenerlo queremos que sea algo exclusivo. Por ello, solo se harán 50 pañuelos, ni uno más – no cabiendo excepción alguna, se enfade quien se enfade y solo se enviará un pañuelo por persona. Como antaño, el “First paid, first served” vuelve a aplicar, no existiendo tampoco aquí excepción alguna. Los pañuelos se fotografiarán antes de ser enviados para asegurarnos de su buen estado, no aceptándose entonces devoluciones por ello.

¡OFERTA AGOTADA!

Sentimos comunicaros que ya hemos agotado las reservas de todos los pañuelos de nuestra oferta especial de Navidad. Así que si has sido uno de los afortunados en reservar uno, recuerda que debes realizar una transferencia antes de 48 horas para confirmar el envío. Apúntate a la lista de espera enviando un correo a la dirección elaristocrata@ad-do.com y en función de la disponibilidad de producto te informaremos sobre los pasos que debes seguir para recibirlo.

El Aristócrata