“Qué pronto se hace tarde”. Universo de Flores Fugaces es un intento de fosilizar algo tan efímero como las flores en una superficie tan poco duradera como la suela de unos zapatos, inmortalizando la necesidad de convertir en eterno algo tan fugaz como el momento presente. Una obra de artesanía que recuerda lo efímero de la permanencia cuando en cada paso desaparece lo que tanto tiempo llevó construir.
Conozco a Lucía Conradi, bueno para ser exactos, conozco a sus padres desde hace años. Su padre es un fiel lector de esta página, más gentleman inglés que dandi italiano, ha sido un miembro destacado del Club El Aristócrata desde sus inicios. Sin embargo, es a su madre, Cecilia, a quien Lucía debe su vena artística y su especial sensibilidad hacia la pintura y el arte. Y con ella es con quien hoy sigue compartiendo su estudio de Madrid.
Hace unos años traíamos a esta página otras bonitas suelas en zapatos de Norman Vilalta tan especiales y diferentes como los retratos que años más tarde adornaron estas otras suelas de Antonio Enrile. Hoy estos zapatos comparten espacio con otros que por su belleza se ganaron el indulto. Indulto que permite, no solo a mí sino a cuantos pasan por mi BAR, disfrutarlos. Indulto pedido, ganado y concedido a las flores de Lucía.
Nacer en casa de artistas marca. De ahí que desde bien joven Conradi se sentara al lado de su madre para explorar una pasión, la pintura, que nunca ya abandonó. Concretamente fue la acuarela la que la ha acompañado prácticamente durante toda su vida de pintora. “Tengo inquietudes por muchas ramas del arte, pero mentiría si dijera que es la pintura la que más me ha gustado siempre”.
Aunque estudió diseño fue la ilustración lo que con el tiempo terminó cautivándola. Con la acuarela y sus conocidos retratos empezó una evolución que la acercó a un estilo más abstracto, estilo que le permite dar el salto de papel a otras superficies menos limitadas. Es entonces cuando empieza a descubrir superficies como la madera, el textil y, cómo no, la piel de las suelas de los zapatos, dejando la acuarela paso al acrílico.
Sus estudios le han permitido compartir su afición con su trabajo como diseñadora gráfica. Sin embargo, sigue encontrando el tiempo para hacer lo que más le gusta: pintar. Una pintura que busca la inspiración en sus admirados Salvador Dalí, Klimt, Kandinsky, Georgia O´Keeffe, de quien vemos mucho en estos zapatos, o en su máxima referencia, Sonia Delaunay.
“Un pequeño universo dentro del marco de la suela. Una galaxia, un mundo de estrellas y flores fugaces. Esto es lo que he buscado en tu pintura”. Si bonito es el resultado más lo es el proceso de creación. Sabiendo de lo efímero de una pintura en una suela de zapato, Lucía busca guiños en la fragilidad de la naturaleza con los que plasmar lo fugaz de lo retratado. Unas flores, tan quebrantables como temporales, son escogidas para llevar dicho mensaje a la suela de unos zapatos que, en pos de la atemporalidad de la verdadera belleza, no llegarán ya a pisar nunca el suelo.
Fue Carmina Albaladejo quien escogió conmigo este zapato en su tienda de Claudio Coello. Un MTO donde sobre un modelo existente escogimos su piel y su color. Y para él qué mejor que una suela de la desaparecida casa de Rendenbach, JR. Pero no entremos en el zapato, ya analizado en este link, sino en lo que más destacable de él: una obra de arte estampada en su suela.
Al no tratarse de un retrato tocaba pensar y diseñar desde cero un mensaje en forma de dibujo para acompañar al zapato. Al contrario que en los otros dibujos aquí compartidos, dibujos que podrían estar perfectamente en un lienzo, aquí el dibujo se fusiona con el mensaje de lo efímero del mismo. De hecho, un dibujo como este solo puede entenderse en la suela de unos zapatos.
El proceso no fue sencillo y requirió de un esfuerzo y un tiempo considerable, varios meses se necesitaron para concluirlo. Encontradas las flores, se secan durante una semana con pesas prensándolas. Al ser flores naturales, además flores que tiene Lucía en su propia terraza, toca esperar a que estén a punto de caer. “Me cuesta entender a las personas que cortan flores. ¿Por qué ver tú solo su belleza? Las flores no deberían ser propiedad de nadie, solo de todos”. Mientras las flores se van secando se pinta la suela de piel en negro, dos capas mejor que una.
Secada la pintura y listas las flores, se fijan a las suelas con un pegamento invisible. Cuando el pegamento está seco, se completa la ilustración pintando el resto. Por último, se barniza el dibujo para darle más brillo y color, y, sobre todo, proteger la pintura, asegurándonos su aspecto original hasta que el suelo decida que le ha llegado la hora de hacer honor a lo efímero de su significado.
“En definitiva, se trata de unir diseño y arte. ¿Dónde están los límites entre diseño y arte? ¿Dónde acaba la parte funcional del diseño y dónde empieza la pate emocional y estética? ¿Cuál es la utilidad funcional del arte? Sobre esto es sobre lo que no puedo dejar de reflexionar”.
El Aristócrata & Lucía Conradi (lfsconradi@gmail.com)
8 comentarios
Esos zapatos pintados por Lucía son una maravilla. Tiene un gusto exquisito y dibuja como los ángeles. Yo quiero unos así.
Esos zapatos son una preciosidad. Lucía tiene un gusto increíble y dibuja como los ángeles.
Yo quiero unos zapatos así.
Preciosidad! Ojalá nunca los use y lo efímero se convierta en imperecedero. Enhorabuena a la artista y a tb a su gusto
Espectacular el trabajo. Enhorabuena
Realmente, es un trabajo moderno minucioso y súper original. Los zapatos son preciosos pero con la suela pintada son una joya !!!
No había escuchado su nombre, pero, nombrando a mi Diosa Georgia O´Keeffe esta chica debe ser una persona con una sensibilidad especial. La pintura de morir pero la inspiración que la llevó a ella para mí lo más especial de todo el cuadro.
Muy bonita la pintura, aunque el zapato no la desmerece para nada. Preciosa su horma, su piel y su color. Y, por supuesto, la JR. Gran zapato para una gran pintura. Y perdone la pregunta: ¿En qué bar se pueden ver?
Gracias
Interesantísimo concepto.
Me parece una idea de lo más original y bella. Preciosa y original ejecución