Los buenos aficionados a la relojería nunca se darán por satisfechos con su colección, siempre quedará pendiente una pieza especial para completar la caja. Ese ‘Santo Grial’ propio que nos obsesiona y que mantiene viva la llama de la pasión por esas maravillas de la mecánica en miniatura.
Nunca nos atreveríamos desde estas páginas a dar un número de relojes con los que llenar una caja. El número es tan personal como cada uno, sus aficiones, necesidades y por supuesto, poder adquisitivo. Hemos hablado antes de trilogías y hasta dimos una relación de diez imprescindibles, que actualizamos ahora con criterios de uso más diversos. Y para ello establecemos diferentes categorías, porque si te gustan los relojes, es muy difícil que puedas ser entusiasta sólo de relojes de buceo, cronógrafos o grandes complicaciones. De acuerdo que siempre habrá algunos que nos tiren más, pero no por ello renunciamos al resto. Hay ocasiones para lucirlos todos y aquí te recomendamos los modelos que sí o sí, no te pueden faltar.
Proponemos categorías temáticas y en cada una de ellas, nuestros favoritos. Entre todos sumaremos piezas suficientes para llenar una caja variada y muy atractiva. Y, para empezar, hablamos de la propia caja. Personalmente me gustan las clásicas y sencillas y no soy partidario de las que incorporan sistema mecánico para la rotación del reloj. Para que un reloj se mantenga con vida, lo que hay que hacer es ponérselo en la muñeca. Pueden ser de madera o forrada en piel, con compartimentos bien separados y protegidos con tamaño suficiente para albergar las piezas de mayor diámetro. Las que ofrecen fabricantes como Wolf o Raport London son una magnífica alternativa.
POR TIERRA, MAR O AIRE
Esencia misma de la relojería, del cronómetro al cronógrafo medió la necesidad de controlar de manera precisa los tiempos en sus fracciones menores. Era fundamental para estar al día de los desarrollos de la industria, tanto para vehículos de motor sobre dos o cuatro ruedas, aviones o barcos. Los primeros cronógrafos aparecieron en el siglo XIX. El relojero francés Louis Moinet presentó en 1816 su ‘contador de tercios’ con aguja central de segundos y tres subesferas para minutos, horas y contador de 24 horas.
La Primera Guerra Mundial ayudó decididamente al desarrollo de los cronógrafos para cubrir las necesidades de pilotos. Fabricantes franceses, suizos y alemanes se esforzaron por presentar modelos sencillos, resistentes y sobre todo más precisos. Y la segunda gran guerra, conoció un notable avance gracias al empleo de nuevos materiales y sistemas de producción. Aunque podemos considerar que fue la década de los sesenta del pasado siglo, cuando los cronógrafos vivieron su edad de oro con la aparición de los primeros modelos automáticos. Batalla en la se enzarzaron Breitling, Seiko y Zenith, todos ellos con excelentes calibres que han seguido en el mercado hasta hoy en día. Y no podemos dejar de mencionar el cronógrafo más importante de aquel momento, sobre todo por su trascendencia en una misión histórica: el Omega Speedmaster y su papel protagonista en la conquista de la Luna.
Precisamente este modelo es el primero nuestra lista. Diseño imbatible por elegancia, deportividad y lo que es muy importante en un cronógrafo, legibilidad de los contadores.
Para completar nuestra selección de cronógrafos, dos modelos que representan variantes aplicadas a funciones específicas. El Heuer 1550 ‘Bund’ es un cronógrafo bi compax de aviador que tiene una función fundamental para los pilotos, el flyback, que permite hacer un reset a 0 y seguir contando el tiempo para el cálculo preciso de los cambios de rumbo. Y, para terminar, una rareza representante de los cronógrafos para pilotos de carreras de coches de los años 70, el Seiko 6138. Una caja ‘bullhead’ con pulsadores en la parte superior para facilitar su accionamiento durante la carrera y un calibre con ruedas de pilares extremadamente fiable y resistente.
VAMOS AL AGUA
Desde los albores de la fabricación de relojes, una de las inquietudes de los ingenieros fue la de conseguir la estanqueidad de las cajas, no ya por la posibilidad de usarlos para deportes acuáticos, simplemente para garantizar su fiabilidad en entornos hostiles de polvo, lluvia, etc.
Esa necesidad le llevó al fundador de Rolex, Hans Wilsdorf a presentar la cajar Oyster con corona y fondo de caja roscados. Aunque es delicioso el Cartier Tank “Étanche” (impermeable) de 1931, mi favorito de la época es el Omega Marine y su original de encapsulado de la caja.
De nuevo, fueron las necesidades militares de los recién estrenados batallones de submarinistas en la Segunda Guerra Mundial los que pegaron el empujón definitivo a los relojes resistentes al agua y aquí debemos destacar por su originalidad y elegancia, a la vez que utilidad, los maravillosos Panerai Radiomir de la Marina Militare italiana. Otro reloj que se suma a nuestra caja por derecho propio. Terminada la contienda y con la inquietud por explorar las profundidades sin necesidad de tener que volar barcos enemigos, conoció un boom sin parangón. Y de esa batalla entre marcas, que fue tremenda por cantidad y calidad de las piezas nos quedaremos con dos, por su trascendencia y vigencia hoy en día: el Rolex Submariner, posiblemente el reloj deportivo más reconocido del mundo y menos conocido, pero más exquisito el Blancpain Fifty Fathoms.
Claro, que, si hemos metido en la caja tres divers, habrá que incluir algún flyer…y aquí van dos propuestas muy personales. Por ser el primer reloj de pulsera para hombre y estar dedicado a un pionero de la aviación abrimos la caja para guardar un Cartier Santos Dumont y un IWC Big Pilot, representante de los míticos relojes de los pilotos de la Segunda Guerra Mundial, generoso de tamaño -aunque la marca acaba de presentar una reedición de diámetro más contenido- y máxima legibilidad.
Acabamos la selección de los relojes más deportivos, con una pieza imprescindible. Seguro que para muchos será un sacrilegio meterlo en la misma caja que los anteriores, pero no hay problema, se puede dejar en su propia caja. Seguro que si hacemos deporte queremos controlar los parámetros esenciales de la modalidad practicada y por su supuesto, las constantes vitales de nuestro propio cuerpo. Un reloj deportivo de multiaventura es imprescindible. Y nuestra apuesta es por la marca Garmin por su impresionante gama de productos que nos pueden acompañar en todas nuestras excursiones, por tierra, mar o aire. Con GPS para no perdernos nunca y una resistencia extrema a las condiciones más duras, por ejemplo, la nueva serie Tactix Delta preparado para las misiones más exigentes. Aunque tampoco descartaría el Approach, el mejor caddie personal para triunfar en los campos de golf.
EL SUMMUM DE LA ELEGANCIA
En El Aristócrata, José María López Galiacho ya ha presentado sus relojes para vestir en una selección exquisita y con la que no puedo estar más de acuerdo. Pero no querría terminar este artículo sin mencionar mis favoritos, algunos coincidentes y otros más personales.
Por ejemplo, todos estamos de acuerdo que uno de los relojes más elegantes de la historia es el Jaeger-LeCoultre Reverso. En cualquiera de sus variantes, desde las más clásicas a las más sofisticadas, el Reverso ocupa un puesto destacado en mi caja. Como la ocupa también mi Patek Philippe 5035 calendario anual, tan sofisticado como discreto, una verdadera joya.
Si eres entusiasta de los relojes, y yo lo soy, y mucho, siempre he querido tener en mi caja una complicación relojera tan interesante como es el tourbillon y si puede ser de la marca que lo registró, pues mejor. Por ello guardo el penúltimo hueco de mi caja para el Breguet Clasico ultraplano. Y el último espacio, que no por ello menos importante es para uno de mis favoritos, por su diseño imbatible, tan elegante como atemporal, incorporo un AP Royal Oak, el ‘Jumbo’.
Aquí resumo la lista, en homenaje al maestro de las motos 12 + 1 piezas para una caja de relojes imprescindibles. Seguro que cada uno tiene los suyos y será un placer conocer vuestra opinión y abrir o cerrar esa caja con nuevas piezas.
Ahora bien, de lo que tengo a lo que me gustaría tener hay un trecho que deseo pueda recorrer en breve. Esta afición engancha y mucho, y apenas cierro una caja ya estoy empezando a pensar en la siguiente. Os lo contaré en breve pero ya os adelanto que nos faltarán otro Patek Philippe, en esta ocasión un Calatrava, un Rolex Datejust, un Zehith El Primero, un A. Lange & Sönhe, un Vacheron Constantin, un FP Journe y por supuesto, un Casio G-Shock un G-Shock que me recuerda con cariño mis primeros pasos en el mundo de la relojería.
Amando Martínez
3 comentarios
Creo que hablar de Seiko al lado de marcas como PP o Blancpain no guarda mucha lógica, más cuando estas y otras de más nombradas cubren toda la posible oferta de modelos de Seiko.
Dicho lo cual, se agradece la variedad de modelos, precios y estilos propuestos.
Probablemente sería entrar en una discusión sin fin pero para los amantes y defensores de los relojes manufactura decirles que Seiko es 100% manufactura. Es decir, si se defiende un concepto defiéndase con todas las consecuencias
Albert
Enhorabuena por el artículo. Gran trabajo de redacción. Gracias por ofrecérnoslo y, además, gratis.
Gracias Amando