LA ROPA DE BAÑO Y SUS IMPRESCINDIBLES

A la vuelta de la esquina está el verano y con él, ese temible calor que pone en peligro las normas más básicas de decoro y convivencia.  La ciudad no es[...]

A la vuelta de la esquina está el verano y con él, ese temible calor que pone en peligro las normas más básicas de decoro y convivencia. 

La ciudad no es el paseo marítimo del sitio de descanso y no parece una buena idea vestir por sus calles como se hará en el chiringuito de playa. Chiringuito que, por cierto, de ir a él a comer bien agradece un pantalón y una camisa de lino. El traje de baño y el torso desnudo deberían reservarse para la orilla del mar o para justo el momento antes del chapuzón. 

Al bañarse, las gafas de sol carecen de sentido y hacerlo con camiseta no parece tener mucha más lógica. Mejor afrontar con hombría los estragos del invierno e informar con decencia a los bañistas del remojo de nuestros michelines. 

El look blanco total es una alternativa difícil de batir en las islas y perfecta para disfrutar de los momentos culinarios. Precisamente comiendo es conveniente mantener descubierta la cabeza y cubiertos los pies, en la mesa mejor alpargatas que chancletas de goma. 

De vuelta a la arena, evitemos realizar una aparatosa mudanza. Disfrutar de unas pocas horas de sol no justifica la imagen tan española de la familia o el grupo de amigos con sus sillas, sombrillas, transistor, nevera, un gran kit de cremas y un sin fin de productos de los de “por si acaso”. 

Un kikoi, siempre más ligero y estiloso que la popular toalla, una camisa de lino, en su defecto un polo, un traje de baño tipo bermuda corta, unas chancletas de goma y un buen libro es todo lo que se necesita para disfrutar de la playa. Aconsejable dejar para los entrenamientos en la piscina el traje de baño tipo slip y olvidarse de las bermudas tipo surf si este no es el deporte que se esté practicando (que me perdone la mitad de mi querido Zarauz). 

A la caída de la tarde, unas bermudas o un pantalón de lino remangado y una camisa también de lino son una alternativa cómoda para disfrutar de un agradable paseo por la orilla. De hacerlo por la mañana conviene protegerse la cabeza siendo el sombrero tipo panamá la opción más elegante. 

Este sombrero aporta no solo elegancia sino también una nota de estilo al look más relajado de pantalón de lino. La forma en que esté tejida la paja-toquilla hablará de su calidad y será responsable de su longevidad. Juguemos con el ancho de su ala y el color de su cinta consiguiendo un estilo más clásico o juvenil. Los sombreros de paja, los tipo explorador o las gorras de beisbol difícil tendrán competir con la elegancia del sombrero ecuatoriano. 

Dentro de la ropa de baño hay una serie de prendas que no podrán faltar durante las próximas semanas. Aunque los zapatos náuticos son un clásico en estas fechas, los mocasines conocidos como gomminos cuentan con una línea estética que permite usarlos también lejos del mar. Estos se visten sin calcetines, de ahí que de tener los pies sensibles los modelos de piel vuelta resulten más cómodos. 

Las alpargatas siendo menos vestidas que estos, aunque más divertidas y desenfadadas, cuentan con un precio reducido permitiendo tener varios modelos y alternarlos según sea el resto del conjunto y estado de ánimo. Más cómodos serán de haberse cosido a mano, encontrando en Murcia, País Vasco y la Rioja tres de sus principales lugares de fabricación. 

Las gafas de sol son un complemento obligatorio para protegerse del siempre peligroso sol. Serán lo primero que vean de cada uno de nosotros. Recuérdese a la hora de escogerlas que  pocos accesorios hablan más de cada personalidad. 

El traje de baño mejor si es de tipo bóxer terminando siempre por encima de la rodilla. Los modelos slip, aún teniendo un cuerpo escultural no llegan a la discreción y elegancia de éstos. 


La camisa de lino, ya hablamos de ella la semana pasada, es sinónimo de verano y esparcimiento y añade a la ropa de baño  un toque chic difícil de conseguir con una camiseta. Cuello estándar o Mao, blanca, rosa, beis o de cualquier tono veraniego, este tejido sigue siendo el compuesto estrella de la temporada. La polivalencia de esta camisa – mejor de manga larga – permite usarla a cualquier hora del día.  

El polo, por su parte, mejor reservarlo para la mañana que por la noche, momento en el que añadirá un toque de color y frescor al conjunto de baño. 

La clásica  toalla, además de no ser particularmente cómodo su transporte, es pesada y obliga a cargar con ella en la bolsa o en las manos. Sin embargo, el kikoi keniata es muy ligero pudiéndose llevar alrededor del cuello, en forma de falda o liado en la bolsa de playa ocupando un mínimo espacio. 

Una ligera pashmina además de adornar cualquier conjunto veraniego puede hacer las veces de este kikoi. 

Son muchos los que prefieren descansar en el norte a hacerlo en el sur. Sus agradables temperaturas agradecen tener cerca jersey de algodón. Este además de ser muy fácil de transportar puede acompañar a unas bermudas a la caída de la tarde o durante un relajado paseo por la orilla del mar, permitiendo, además, alargar la jornada por la noche. Durante estas fechas mejor decantarse por jerséis de colores veraniegos que por los oscuros propios del otoño. 

De las bermudas resulta conveniente no abusar en la ciudad, aunque su uso en los sitios de descanso, sobre todo cerca del mar, es muy agradecido. Además, al contrario del traje de baño, permiten entrar en una tienda a por esa compra olvidada de última hora.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

13 comentarios

  1. Qué pereza me da el verano. Cada día el personal es más chabacano. Es ir a una playa, y da igual cual, y salir corriendo. Eso por no pensar en el personal que en breve abarrotara los aviones y los hoteles más asequibles.

    Que venga ya el otoño por favor.

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  2. Siempre he visto a la elegancia como la antítesis del verano y no hablemos de la playa donde el bochorno no lo produce el calor sino las visuales (excluyendo obviamente a algunas señoritas, pero ese ya sería tema de otro debate). Coincido plenamente con el caballero que reclama un pronto arribo del otoño. Un afectuoso saludo.

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  3. Buenos días, estimado José Mª:
    Artículo muy oportuno, como siempre.
    Al contrario que otros participantes, yo sí creo que se puede ir elegante en verano. Además, el que viste incorrectamente en verano suele hacerlo también el resto del año.
    De todo lo dicho, solo haría un matiz en cuanto a la gente que se baña con camiseta. Aunque los protectores solares de factor 50 son muy efectivos, igual lo hacen para evitar las quemaduras. En ese caso yo les disculparía, je, je!
    Un cordial saludo.

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  4. Vestirse bien por el verano no es ni más fácil ni más difícil que en cualquier otra estación del año. Eso sí, cada uno tiene el cuerpo que tiene…

    Saludos.

    Javier

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  5. Completamente de acuerdo, Javier. Todo tiene su momento, además.

    Por lo que respecta a ver a otra gente mal vestida en verano, con no mirar ya soluciona uno el problema.

    Algunos se ponen de un exquisito…

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  6. Cuando uno ve algo que le desagrada, tuerce el cuello hacia otro lado y así evita la desagradable imagen.

    Naturalmente, hay gente tan estirada que ha perdido la necesaria flexibilidad para hacer un movimiento tan simple. ¿Es usted uno de ellos?

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  7. Amigos

    Para incordiar un poco en esta tribuna que nos brinda nuestro EA, aporto mi modestisimo granito de arena. Pienso que se puede ser tan elegante en verano como en invierno. En verano, claro, depende donde, no es lo mismo esos lugares que omito, que pasearse por Porto Cervo o St Tropez, evidentemente. Como muy bien habéis dicho todos, unos pantalones de lino, ya arrugados en cuanto se miran, unas camisas de lo mismo de colores, unas bonitas alpargatas y poco más y triunfas en los mejores sitios del planeta. No es difícil ni especialmente elitista o caro.
    En cuanto a no mirar…no me vale, lo que hay que hacer es no ir. Admito que gran parte de nuestro país se ha vuelto muy chabacano, pero aunque cueste, ignorarlo. Como TVE, partidos chavistas y "políticos" varios , que si no se dedicaran a hacer reverencias a su jefe de turno, pasarían hambre. Un cordial saludo y un verano fantástico y elegante

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  8. Y hablando de chabacanería, la "quote of the week" es chabacana y vulgar. No imagino que eso pueda salir de la boca de ningún caballero, ni que pueda ir dirigido a ninguna señora.

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