En la misma línea del último traje, esta chaqueta busca acompañarme muchos años en el armario. Pero lejos de ser una chaqueta sin más, cuenta con detalles que la hacen especial.
Los tejidos de invierno envejecen y aguantan relativamente mejor el paso del tiempo que los más finos de verano. Si la calidad y la atemporalidad son los mejores aliados de la sostenibilidad, la personalización de tus prendas te permite tener una parte de ti en el armario.
Que sea un sastre y no una fábrica quien haga tu ropa tiene infinidad de ventajas siendo una de ellas contar con “tu chaqueta” y no con la de nadie más. Un concepto que para mi forma parte de la definición de lujo. El lujo debe ser exclusividad y la propia exclusividad debería hacer que no mucha gente contara con el mismo objeto. Y precisamente por esto es por lo que Hermes es lujo pero no así, por ejemplo, Louis Vuitton.
La personalización de la prenda es algo que lleva ofreciendo la sastrería desde que es sastrería y va intrínsecamente unido a ella. Obviamente, aquí no hablamos de contar con un ojal de un color determinado o un forro concreto. Por el contrario, la personalización de la prenda en la alta sastrería tiene más que ver con una hechura personalizada solo en ti y con detalles que incomodarían a las pseudo-sastrerías.
La hechura de esta chaqueta es algo diferente al resto. El peso elevado de esta sarga de Holland & Sherry consigue unas líneas de lo más limpias. Si bien el buen hacer de Joaquín Fernández hace que la caída de las mangas sea perfecta, la espalda quede limpia de arrugas y que las solapas se peguen al cuerpo, una tela como esta ayuda mucho. La diferencia de la que hablamos radica en que no va tan pegada al cuerpo. No se busca esto.
Se busca que dentro pueda entrar un jersey de manera holgada. Que puedas llevarla puesta tal y como harías con un jersey. Que te acompañe durante todo el día sin darte cuenta de que la llevas. Que sea una prenda de abrigo que entre contigo a casa y minutos después te acompañe en un taco al aire libre. ¡Hasta paseando tranquilamente en bicicleta por el campo resulta una perfecta compañera! En definitiva, que aguante todo tipo de avatares sin prestar atención a su cuidado o mantenimiento.
Muy probablemente si en casa conservamos alguna chaqueta de algún antepasado y esta la usamos de vez en cuando estará confeccionada con una pesada y resistente tela. Bastará cambiar el forro y, a lo mejor, repasar alguna costura, pero la longevidad y el aguante de aquellos pesados tejidos asegura una larga vida.
En concreto esta tela de la casa escocesa Holland & Sherry es un Harris Tweed de 430 gramos. Nadie como Holland para el Harris Tweed. Como recordaréis cuando hace tres años hablamos de las particularidades de este tejido, se caracteriza por su especial resistencia al frío, la lluvia y el viento. Aunque alguien pudiera vestirla en ciudad, claramente es un tejido rural y su uso debería restringirse al campo. Su tacto, aspecto y acabado así lo recomienda. Pero en el campo es una gozada; más si hace mal tiempo y aún así te gusta disfrutar al aire libre de todo lo bueno que este trae.
Además, de su holgada hechura encontramos detalles propios de una chaqueta de campo. En primer lugar, sus bolsillos. En el campo no hay maletines en los que meter llaves y objetos cotidianos y por ello se antoja recomendable unos grandes bolsillos donde meter desde una navaja, por supuesto de Albacete, hasta una gorra. Estos están cosidos por fuera, tipo parche, para facilitar el acceso rápido y cómodo y el fuelle con el que cuentan en el lateral consigue que por muchas cosas que en ellos metas no te resulte la chaqueta más incómoda; de ahí que el que forme alguna arruga de llenarlos no sea inconveniente. El bolsillo de pecho también es algo diferente y de fijarse veremos dos vivos.
La espalda también cuenta con fuelles en cada una de las mangas. Este detalle hace que la chaqueta no quede tan limpia de líneas, pero a favor consigue una comodidad extra. Es esta comodidad la que busca esta chaqueta obteniendo una libertad de movimientos muy grande, libertad de movimientos que hace que te olvides totalmente de que la llevas. Te permite girarte, avanzar los brazos, agacharte a coger cualquier cosa durante el paseo.
Aunque todavía no se aprecia, en la cintura está pensado coserle un cinturón. Este detalle, sin embargo, solo busca el aspecto estético de la chaqueta ya que no se abotonará en el frontal. Los ojales 3 para 2 son más que suficientes para mantener la chaqueta en su sitio y evitar que entre frío. Quedan algunos ajustes que hacer como en los hombros o en el largo de la chaqueta, de ahí que habrá que dejar pasar algunas semanas hasta ver el resultado final.
Dar las gracias a Joaquín por dejarse liar una vez y por su pasión y cada vez mejor hacer en este campo al que tanto trabajo y cariño dedica.
PD Desde aquí mandar un fuerte abrazo a Iñigo Olaizola quien me ayudó en la inspiración de la chaqueta y a quien deseo una recuperación lo más rápida posible. Un abrazo en forma de “V”.
El Aristócrata
10 comentarios
Es un concepto q a mi particularmente me gusta mucho. Esas chaquetas q pasan los años y no paran de envejecer pero ganando personalidad.
Deseando verla terminada.
Albert
Me gusta. y estoy de acuerdo con usted. Como Holland en Harris nadie
Deseando verla terminada. Sobre todo los detalles que le faltan
Carlos H.
Preciosa chaqueta Aristócrata; pero qué hace con deportivas?
GHAS
No son deportivas, de hecho sería imposible correr con ellas ni 1 kilómetro. Son más de paseo y para enlazar vuelos tb son perfectas.
A ver si puedo escribir algo de este tipo de calzado el sábado.
Un saludo
Con los brazos pegados al cuerpo, casi todas las chaquetas parecen bien echas.
F
Las chaquetas como la del reportaje son una inversión. Versátiles y duraderas. Y espero con impaciencia su artículo sobre "zapatos de paseo"…Recuerdo cuando llamó a la bici de montaña, "bicicleta de monte" o algo así….realmente divertido.
Saludos.
Javier.
Ruego me perdone Don Anónimo F. pero con las "h" pegadas al verbo "hacer" todas sus conjugaciones también quedan bien hechas.
Muchas gracias José María por tus amables palabras. El cacharrazo ha sido terrible y la recuperación lenta pero con tiempo se hará posible.
Abrazos.
Este sastre con lo bajito que es debería hacerse los pantalones más anchos deee boca…parece una barquilla de helado por Dios Santo!