Decir que lo ideal sería un traje con mucho estilo y gran mano de obra es de perogrullo. Pero todo el que siga el mundo de la moda habrá observado como la confección de alta calidad cada día consigue ropa más especial, ropa que transmite, y mucho. Otra realidad, además, es que no siempre una increíble costura se traduce en un traje con el que te sientas cómodo con su línea frente al espejo.
Comentábamos la semana pasada como en las RRSS es muy frecuente ver sastres cosiendo prendas con increíble destreza y como luego estas lucen de bien sobre el maniquí. Sin embargo, son raras las excepciones que se ve esa prenda terminada sobre el cliente final. Que quisiera ese cliente no verse en una foto pudiera ser una excusa, pero habiendo hoy los medios que hay para ocultar su rostro o incluso parte de su fisionomía dicha excusa no parece muy convincente. Hay sastres que de vez en cuando sacan fotografiada la prenda sobre el cliente, pero, curiosamente, suele ser casi siempre sobre el mismo cliente. Cliente, por cierto, guapo, alto y con cuerpazo. Es decir, que el sastre prefiere mostrar solo parte de su trabajo, omitiendo otra igual, o más importante, la prenda sobre el cliente. ¿Por qué lo hace? Pues parece que no debe quedar tan bien como para mostrarla.
El mérito, desde mi punto de vista, es de aquellos sastres que enseñan no solo su trabajo en el taller o sobre la mesa de corte sino también sobre su cliente, sobre todos sus clientes, altos, bajos, guapos y feos. Es solo entonces cuando puedes ver cómo queda verdaderamente la prenda. Al menos yo prefiero un taje que me quede bien, aún cuando sea MTM o, incluso de confección, que otro cosido a mano o con unos increíbles ojales, pero una prenda para verla sobre el maniquí, no sobre mí. Cierto que también hay sastres que no enseñan nada de su trabajo. Para ellos todo el respecto. Pero de nada vale ver la destreza del sastre cortando la prenda, la chaqueta maravillosamente hilvanada, la oficiala picando a mano las solapas etc. si luego no se ve el resultado final en la persona que lo encargó. Sirva esto como mensaje para aquellos que presumen de tener la mejor mano de obra de España y luego no nos muestran a su cliente con la chaqueta terminada (la prueba de hilvanes o intermedia no se considera chaqueta terminada).
Quizás sean los muchos años que lleve haciéndome ropa artesanal, pero cada día doy más importancia al aspecto final del traje frente a la mano de obra. De ir a un buen sastre la calidad de la mano de obra se presupone, pero el salir de su sastrería con un traje que te apetezca ponértelo por lo atractivo que te sientes con él es otro cantar. Tengo auténticos “churros” cosidos maravillosamente, con detalles increíbles y con muchas horas a sus espaldas pero que me los he puesto solo una o incluso ninguna vez. Trajes insulsos, que te hacen arrugas, trajes que una vez fuera del probador son ya otro y después de llevarlos no más de dos horas deseas colgarlos en el armario cuanto antes.
Recomiendo un viaje a Milán y entrar en Ralph Lauren a ver sus trajes de Purple Label, o en Rubinacci, o en Al Bazar o en alguna pequeña tienda multimarca que todavía se mantiene para ver que sus trajes, chaquetas o abrigos, con solo unos pequeños ajustes, transmiten más elegancia y estilo que otros mucho más artesanales.
Hace muchos años proyectábamos dentro de el club que fundé “El Club Privado El Aristócrata” la película O´Mast. Recuerdo que en aquella película en los primeros minutos caminaban por las calles de Nápoles personas anónimas todas vestidas a medida por sastres italianos a los que luego se entrevistaba en dicha película. Aquellos trajes transmitían un estilazo increíble, trajes en movimiento. Eran trajes para vestirse, no trajes de probador o trajes para la foto. Muy mal tiene que estar el traje, o ser peor todavía el fotógrafo, para no conseguir unas cuantas fotos decentes de cualquier prenda. Sin embargo, el mérito radica en cruzarte con un traje, mejor todavía si lo porta una persona con “cuerpo de provincia” que te llame la atención como lo haría un bonito vestido de fiesta en una mujer. Un vestido de esos que hace girar la cabeza y fijarte en el vestido incluso antes de en quien lo lleva.
Dicho esto, difícil es que un sastre pueda fotografiar sus prendas fuera de su sastrería. Sin embargo, sí debería hacerlo a su cliente dentro de ella. Si no, como hacen otros muchos, mejor no hacer ninguna, pues de nada sirve fotografiar la calidad de la mano de obra sin ver la prenda en su sitio natural. Esto es, sobre el cliente y no sobre un maniquí.
También de perogrullo es afirmar que un traje con buena mano de obra y que en la calle sea un disfrute es algo que no ocurre siempre pero que cuando ocurre toca aplaudirlo. Quien haya probado a varios sastres y tenga alguna prenda de todos ellos sabrá con cuál se siente más contento. ¡Y eso que un mismo sastre puede hacerte dos trajes que se parezcan mucho pero que, por lo que sea, uno salga mejor que otro!
Todo esto lo digo porque creo que es un error cuando alguien posiciona a un sastre sobre otro solo viendo el trabajo de su mano de obra, pero no el verdadero resultado final. También hay sastres que presumen abiertamente de ser muy buenos, sino los mejores, mostrando su prenda en el taller. Claramente es una combinación de mano de obra y de estilo. Y de que ambos parámetros sean lo mejor posible. Pero yo si tuviera que ceder de un lado en pos del otro escogería antes un traje con cierto duende aun cuando la mano de obra empleada en él no fuera la mejor que uno que solo se fotografía hilvanado.
El Aristócrata
9 comentarios
Buenas tardes;
Ya huele a Pitti, Aristocrata…
FERRUZZO.
A mi tb me gusta ver las prendas en movimiento. Si quedan mal qué más da las horas de costura que le haya metido el sastre?
Pues no sé qué opinar. A mí un abrigo por bonito que sea si huele a confección podrá ser muy bonito pero nunca me lo pondría. Lo cual no quita que no esté con usted que se ha puesto efectivamente enseñar el trabajo de costura en Instagram y demás y luego nunca se ve sobre el cliente. Joaquín creo que es de los pocos que lo enseña.
Pues flaco favor le hace usted a la sastrería de este país, ya que todas las chaquetas que le veo parecen de confección. Un MTM con un buen patrón y algo de mano de obra artesanal quedaría mejor que muchas chaquetas que usted lleva.
Saludos.
Los trajes que usted nos muestra, carecen de estilo alguno, un estilo cateto y anticuado, con una mano de obra muy poco artesanal y muy mediocre. A todo esto agregar que tienen defectos muy graves y una estética horrorosa. Por otra parte es de comprender que su físico no le acompaña.
Como le han comentado anteriormente, un MTM de nivel medio con algo de mano de obra artesanal, supera de largo sus prendas.
Solo va a los sastres baratos y ningún sastre extranjero de nivel le realiza un bespoke en condiciones, apenas enseña nada de mano de obra artesanal y lo que muestra es de nivel muy mediocre. Curiosamente, no utiliza las fotos de los sastres españoles a los que usted acude, cuando habla o se refiere a estilo y mano de obra, como en este artículo. Mejor poner fotos de los sastres extranjeros, ya que las prendas que muestra, no tienen estilo, ni categoría, ni mano de obra alguna. Aplíquese el cuento y acuda a sastres internacionales de nivel.
SARTO DECÍA LA VERDAD
Un cordial saludo y Felíz Navidad
Usted mismo dice que tiene auténticos churros muy bien cosidos , usted los denomina “trajes insulsos”, que hacen arrugas por todos lados. Y no puedo estar más de acuerdo, pero… ¿que sucede si están muy bien cosidos y con muchas horas de trabajo y no hacen arrugas y tienen estilo?, pues sencillamente son grandes trabajos en sastrería.
Una buena mano de obra, sin buen corte y sin estilo, sin diseño, no tiene sentido, lo suyo es juntar todo y se denomina “bespoke en condiciones”.
Hay que ser observador para saber cual es el perfil del cliente que acude a la sastrería española, personalmente conozco muchos clientes que se visten en sastres españoles de renombre, y que no les gusta, que la gente sepa a que sastre acude, ni el tipo de tejido que elige, ni el tipo de corte que le estén realizando. Me remito a las pruebas y le invito a que usted mismo lo vea, y es fácil, solo tiene que ver en google, a los sastres más prestigiosos de España, donde acuden altos empresarios y famosos, y ver como no tienen reseñas apenas, es sencillo, no les gusta que la gente sepa donde acude a hacerse la ropa. En el caso de la sastrería inglesa , francesa o italiana, el cliente que acude es totalmente diferente.
Sin ir más lejos, ¿alguien sabe cuál es el nuevo sastre de nuestro rey?, en cambio todo el mundo sabe donde acude el rey Carlos. Habría que hacer mucha reflexión en este punto y en el anterior que comento para saber cual es el problema.
También hay sastres que ponen fotos de primera, segunda prueba y terminada, de lado, de frente y de espalda, y en el maniquí también y como va realizada artesanalmente toda la prenda. Este tipo de sastres, ya apenas desaparecidos en España, son los que causan envidia, rumores, críticas sin fundamento alguno por supuestos sastres de supuesta/o categoría o renombre. Se podría hablar largo y tendido de ello. Es muy fácil la explicación, los clientes ven como quedan y como van realizadas las prendas de este tipo de sastres y la mayoría de sastres no puede hacerlas así, primero porque no hay mano de obra cualificada, segundo, tampoco lo cobra para poder poner esa mano de obra, tercero, no sabe hacerlo, y son sastres con poca experiencia. Existe una guerra de egos en la sastrería española y una información falsa por parte de la mayoría de los pocos sastres que quedan en España, bien sea por cualquiera de las causas ya mencionadas anteriormente.
Lo que deberían de hacer la mayoría de sastres que se dedican a criticar e intentar desprestigiar a compañeros con información falsa, y que trabajan no un paso por delante, sino que el trabajo que realizan es otro mundo aparte, es apoyarlos, es admirarlos, es intentar copiarlos o emularlos, intentar superarlos. Esos son buenos profesionales, los demás son envidiosos que llevan a la confusión absurda, mediocridad del oficio e ignorancia por parte del cliente.
Galiacho abra los ojos.
No había leído este artículo, pero parece con muy mala intención por su parte.
Ese sastre que dice que presume de tener la mejor mano de obra de España, no sólo presume de tenerla, sino que la tiene, y usted intenta ridículamente desprestigiar, este sastre no sólo presume de tener la mejor mano de obra de España, sino que tiene una oferta para respaldar lo que dice, que es muy clara, dirigida a todo cliente de sastres artesanales españoles.
La oferta es la siguiente: Si le realiza un traje y le trae otro traje más a mano, mejor realizado cada proceso a mano, mejor estilo, mejor calidad, mejor corte le regala el traje.
Creo que esto desmonta todo lo que pueda escribir de él, ya sea con mala intención, desde la más rotunda ignorancia o desde mala intención.
Me hace mucha gracia la referencia que hace hacia mi sastre y también entiendo que a mí en el artículo, ya que soy el que más veces sale en sus redes y el único cliente fácil que tiene. Decirle que ni soy alto, ni modelo《178cm y 90 kg》también comentar que fijándome en la mayoría de cuentas de instagram de sastres Españoles, el que más clientes saca fotografiados es mí sastre, y con clientes de cuerpos muy complicados, incluyendo marines de los Estados Unidos. Así qué no entiendo porque le intenta atacar de esa manera. Además es que ni le ha dado por contrastar la información y cualquiera que le dé por investigar un poco verá que es totalmente falso.
Saludos.
Yo creo que para hablar con propiedad y conocimiento sobre algo hay que verlo. Se basa en imágenes que ha visto pero ¿Realmente ha visto en persona ese traje, ese trabajo artesanal y por supuesto el resultado final?. Me parece que no. Y lo tengo claro porque si conociese ese trabajo de primera mano no haría los comentarios que he leído. El sastre muestra en redes lo que le parezca conveniente. Le animo, si está en su mano, a que se haga uno. Así podrá hablar con exactitud del trabajo de alguien.