Seguro que todos nos hemos fijado, más si cabe en estas fechas, como la corbata empieza a cobrar un papel secundario en la vestimenta del hombre; incluida en la empresa. Esta moda que empezó a extenderse a Europa con el auge de las .com, está hoy consolidándose en los sectores más variados.
Hasta no hace tanto tiempo el único momento donde en el mundo profesional se prescindía de la corbata era durante los conocidos como “Casual Fridays”. Hoy, sin embargo, la vestimenta informal de los viernes empieza a extenderse al resto de la semana, reservándose la corbata para las reuniones más formales.
Si bien tenemos mucho que aprender de Estados Unidos, poco tenemos que hacerlo de su manera de vestir. Evolucionar es incorporar lo mejor de cada cultura pero manteniéndonos fieles a lo mejor de la nuestra. Carece de sentido renunciar a nuestras tradiciones para adquirir costumbres que en nada mejoran lo que conocemos. Y en cuestión de vestimenta, con todos los respetos, España no tiene nada que envidiar a la gran potencia americana.
Quizás sea la falta de orgullo, de amor propio o un sentimiento de inferioridad, la realidad es que hemos empezado a imitar algo que nunca ha formado parte ni de nuestra historia ni de nuestra cultura. Indudablemente una camiseta, unos vaqueros y unas zapatillas de deporte será más cómodo que un traje, una corbata y unos zapatos de cordones.
Pero, nadie debiera convencernos de que es lo adecuado, ni siquiera aquellos CEOs a los que hoy la sociedad admira y a los que esta todo les permite. No olvidemos que vestir traje y corbata es una muestra de educación y respeto hacia los demás.
Al contrario de lo que pueda pensarse, no hay nada más democrático e igualitario que el traje de chaqueta. De la misma forma que aquellos colegios que imponen un uniforme a sus alumnos se aseguran que, al menos en lo que vestimenta respecta, no habrá alumnos de primera y segunda, el traje sienta en la mesa de reuniones a profesionales cuya diferenciación no es su ropa sino solo el mensaje que comunica cada uno.
Aunque obviamente siempre habrá trajes mejores y peores, nunca la diferencia sería tan llamativa como de vestir todos los empleados, incluido cuerpo directivo, con ropa casual. De querer, o tener, que prescindir de corbata es importante también saber hacerlo. Por ejemplo, pocas cosas hay menos estéticas que vestir un traje sin corbata, es como ir a jugar al tenis y dejarte en casa la raqueta.
Un traje exige, además de una camisa de traje, una corbata. Si no, siempre más elegante, y estiloso, optar por un dos piezas donde la chaqueta y el pantalón sean de un color o estampado diferente. En estos casos sí se podrá prescindir de la corbata.
Antes de anunciar la muerte de la corbata, tengamos muy presente las enormes ventajas, también de comodidad, que esta aporta al día a día. No hay nada más cómodo, además de barato, que vestir con traje y corbata. Con solo cinco trajes de invierno y otros cinco de verano tendremos un excelente armario durante años. Bastará cambiar la camisa, la corbata y algún complemento para hacer difícil adivinar si el traje que se vistió incluso dos días seguidos era el mismo.
Jugando con trajes de tonos grises y azules no tendremos que preocuparnos en que vestir cada día. Sin embargo, de terminar de instalarse la política “sin corbata”, el armario necesitará de una actualización constante.
Y para terminar y no menos importante: ¿qué necesidad tenemos de calentarnos la cabeza todas las mañanas con lo que ponernos? Aunque solo sea para no complicarnos más la vida, seamos inteligentes y no apliquemos la guillotina a una prenda que ha facilitado la vida del hombre durante siglos.
El Aristócrata
32 comentarios
Gracias por el artículo certero y realista.
Verdad como la vida misma.
Y que no nos demos cuenta…
Un saludo
Juan A
Buenos días, estimado José Mª.:
Comparto todo lo dicho y confirmo una cosa que puede ser banal pero que tiene su miga: lo de que es más fácil elegir el vestuario cada mañana cuando se va de traje y corbata. Por experiencia propia sé que con la ropa casual o de sport cuesta más elegir y no patinar en el intento.
Además, algo en lo que no solemos reparar es que el traje y la corbata ayudan a disimular la barriga "cervecera" que tenemos algunos.
Puede que al final el uso de la corbata quede exclusivamente para eventos formales aislados (bodas y demás,) como el uso de camisas de doble puño y gemelos, o las pajaritas (llevo años sin ver una), pero al menos que no sea porque no lo hemos intentado.
Un cordial saludo.
Totalmente de acuerdo con todo lo escrito , para mí es solo aceptable no llevarla en los meses de verano y según en qué ocasiones . Es Cierto que los tiempos han cambiado ,recuerdo todavía cuando era imprescindible y obligatorio vestirse con corbata tanto para almorzar o cenar en casa . Pero cierto es también que hoy día no hay tiempo para cambiarse tres veces al día puesto que antaño lo elegante era no trabajar y se tenía tiempo para todo , pero de eso a no utilizarla es tan vulgar como tutear a todo el mundo .
E.C.A.
Peor que el auge de las punto.com fue el de la Ivy League que condujo a que el beefroll penny loafer de color vino fuera considerado como de máxima formalidad.
La gente adopta las modas por gregarismo de forma natural, sin conocimiento del por qué de una u otra prenda y aún a costa de la comodidad. Porque unas flip flop, señores, no son cómodas para caminar, no siempre la relajación en el vestir responde a la necesidad de ir cómodo.
Casi siempre que voy ataviado con trajes los combino con corbatas Charvet, Gucci, Hermès, Pietro Baldini y pañuelos de bolsillo Hermès y Loewe, son sublimes.
Dispongo de un arsenal de corbatas y pañuelos de bolsillo de dichas firmas.
Un distinguido saludo.
Trabajando en la calle a 39°C con mi traje y corbata de C&A. Me gustaría poder trabajar en una oficina con aire acondicionado y vestir trajes bespoke y corbatas de seda pero soy uno de los miles de trabajadores que no tienen esa suerte… Enhorabuena por su blog.
Bueno si me lo permite le dire que genial, va usted genial, como hay que ir al trabajo con traje y corbata, eso es lo importante.
Que comentarios !!!!! Veo que tiene muchos compromisos de charlas, coloquios … pero el blog va en caída libre. Que nivel…
La verdad es q su comentario sí q tiene nivel y nos abre a todos un nuevo mundo por descubrir.
Hay cada botarate por ahí suelto…
El beef roll penny loafer nunca se consideró formal en la época de la Ivy League, todo lo contrario, era para llevar con jeans, chinos, pantalones.., pero nunca con traje; basta con mirar fotos de los años ´50 y primeros '60 para ver que el traje se llevaba con zapatos negros de cordones.
JAR
Personalmente creo que la mujer tiene la mente mucho mas atrevida a vestirse de forma muy personal y auténtica.
El hombre solo ha tenido el traje. Solo hace falta mirar fotos de políticos, todos van iguales y las mujeres todas distintas.
Actualmente el hombre cuida mas su imagen, se depila, se cuida la manicura , la piel etc. Y eso hace que el vestit amplie sus necesidades y las modas se muevan mas.
La corbata nunca morirá. Quizas ahora no esté de moda, pero tiene un papel muy importante.
Actualmente gana muchísima importancia la america bien estructurada, con personalidad, calidad y muchas a medida, y pierde importancia el pantalon (unos texanos), la camisa o camiseta, el calzado y los complementos.
Estamos en el momento de la americana a medida artesanal.
JAR, me refería a que el españolito medio considera que el beefroll penny loafer sirve para actos de máxima formalidad.
Las corbatas son elegantes, pero las pajaritas me parecen más bonitas y menos masificadas, mi firma preferida de pajaritas es Hermès, de camisas Eton, de zapatos Edward Green y de camisas Eton.
En relojes lo que más utilizo es Patek Philippe, Vacheron Constantin, Franck Muller, Jaeger-LeCoultre y Cartier de oro o platino con grandes complicaciones.
Mis firmas preferidas de gemelos son Bvlgari, Cartier y Suárez, me parecen excelsos.
Un distinguido saludo.
Buenas tardes.
Buen artículo, Sr Aristócrata.
La corbata está en su apogeo. Quien la usa sabe que llevarla invita al respeto ( aunque el hábito no hace al monje..). Personalmente me siento muy identificado con esta prenda. Incluso en verano, por supuesto. Realmente lo que nos agobia son los cuellos de camisa apretados, no la corbata. Todo es acostumbrarse. Me gustan todo tipo de corbatas,me da igual la marca, solo exijo que sean de buena seda y de buen gusto. Cada una tiene su oportunidad. Aprecio el momento de elgir la corbata de cada día, que suele estar relacionado con mi estado de ánimo, con el tiempo que hace fuera, con el día de la semana y con los compromisos pendientes del momento. Me la anudo al cuello, me la ajusto y disfruto de verme así. Después, durante el día, realmente se me olvida aveces que la llevo..
Muchas gracias por vuestro tiempo
Estimado EA,
Cuánto daño han hecho pseudo-modernos como ciertos presentadores de televisión que salían en camiseta y americana y "distinguidos" miembros de esta sociedad que acuden a galas con smokin sin pajarita o traje sin corbata. Todo en aras del beneplácito social que sólo ellos ven. Es ahora cuándo el llevar una corbata se convierte en más necesario y (quizá por todo eso) exclusivo y elegante.
Enhorabuena por ora lanza rota en aras del buen gusto.
Su fiel seguidor,
José Luis G.
A mí me parece ordinario vestir smoking sin pajarita o traje sin corbata, llevar tales cosas es un requisito sine qua non.
Yo sólo utilizo camisas de doble puño de colores blanco y celeste, son las más elegantes, no me veo llevando camisas de puño sencillo con traje.
Para mí la firma de corbatas más exclusiva es Pietro Baldini, son sumamente elegantes, Charvet también son sublimes, mi nudo preferido es el windsor.
Un distinguido saludo.
En mi caso voy sin corbata a reuniones o eventos informales, incluso en esos momentos a veces la llevo. Consideró que la corbata sufre una persecución injusta motivada a una mala selección de camisas, específicamente de tallas de cuellos, también la industrialización del vestir ha relegado al cuello (objetos de ahorros) de la camisa a ser un accesorio mal tratado, mal diseñado, pobremente cocido y con insufiencia material ¿Quién paga estos platos rotos? Pues nada menos que la prenda más vistosa y elegante del cuadro de poder de la vestimenta masculina: La corbata.
Hombre, en verano hay que andar literato, pero bien que a un evento formal nocturno se puede ir con corbata, es un tema de selección de tejidos y de saber escoger la camisa correcta: cuello, pecho, mangas (la segunda. Íntima de ahorro material) y falda (a este paso llegará el día que llevemos la camisa por fuera, pues ya no tendrá material para ir por dentro).
Pues me da pena que accesorios como este caigan en desuso. Sinceramente ya tengo bastante con ver como la gente se viste de gala incumpliendo las normas que tienen trajes como el chaque, el frac o el esmoquin (mas ordinario); lo que me faltaba ahora es ver desaparecer la chaqueta.
Ojala volvieran aquellos tiempos donde prendas de mas gala eran mas utilizadas y los hombres vestiamos en las ocasiones mas informales un buen traje de 3 piezas con una buena corbata
En los actuales momentos, se puede aseverar sin temor a equivocarnos, que usar corbata es un acto en esencia revolucionario. No en el sentido político partidista sino en el volver atrás. Un auténtico revolvere, raíz etimológica de tal palabra.
Y el pobre Justiniano I que debe estar revolviéndose en su tumba…
Muy a favor de Jorge, aunque me da algo de envidia su magnífica colección de prendas de vestir. Voy a ver anteriores artículos.
A mí me encanta llevar corbata y pajarita, soy sumamente sofisticado, sobre todo me agrada adquirir relojes, gemelos, gafas de sol y zapatos, dispongo de un arsenal de gafas de sol Cartier, Christian Dior, Tom Ford, Marc Jacobs, Lindberg y Oliver Peoples.
Los accesorios más importantes son los relojes y zapatos, cada vez que viajo a Londres adquiero multitud de zapatos Crockett & Jones, Edward Green, Church´s y John Lobb, los loafers, oxfords y derbys son mis tipos de zapatos preferidos.
Un distinguido saludo.
Justiniano (527-565)
Leyendo los comentarios veo que pinto poco en este lugar. Hace años que mi entorno de trabajo me permitió quitarme el traje y la corbata y ha sido una liberación. No me parecen cómodos los trajes, como se me quedaba el pecho frio siempre buscando chaquetas más cerradas. La corbata clásica tan larga en ellos tiene poco sentido. Así que he estado tiempo buscando una alternativa, diferente a la pajarita sin conseguirlo. Evidentemente en ciertos actos y lugares, no aparecería sin ellos. Pero viva las mujeres que tienen más alternativas. Tener que pensar por las mañanas no es malo. Ellas van años por delante de nosotros aunque nos pese.
La chaqueta blazer, qué es la que se ha impuesto. No la considero adecuada para verano en España, salvo con el aire acondicionado a tope. Gracias a la manitas de mi mujer, que me quitaba hombreras, forro y entretelas, sin que apenas se notase, podía llevar alguna en verano. Esa vestimenta no es adecuada en esas fechas, aunque sea la boda de un vecino y por mucho que se empeñe el vendedor que es de lana fría.
Yo a veces utilizo blazers azules con los botones de madreperla que son perfectas para combinar con pantalones blancos y loafers, para mí los trajes de primavera-verano son más bonitos y alegres que los de otoño-invierno.
Dispongo de un arsenal de trajes de pashmina, camisas, corbatas, pañuelos de bolsillo, zapatos, relojes y demás, adoro ir de compras.
Un distinguido saludo.
la primera imagen es la que queda, una buena corbata, una buena camsa de cuello alto es lo mas. la elegancia y las formas jamas , jamás se pueden olvidar y mucho menos perder. Un papel una vez arrugado ya no vuelve a ser liso, por lo tanto una primera impresion es única.
¡Que gran entrada! muchas gracias por compartir.
Muy buen comentario, muy certero.
Totalmente de acuerdo; la clave es la simpleza, nada de complicaciones: ¿para que arriesgarse con tendencias pasajeras? Lo clásico y sobrio perdura; el buen gusto nunca pasará de moda.
Excelente blog.
Saludos desde Chile.
Cada pocos años sucede lo mismo practicamente desde los años 30 del siglo XX: el debate sobre el fin de la corbata. La corbata es, quizás, la prenda sobre la que más veces se ha decretado su muerte y, no se sabe cómo, siempre sobrevive, siempre vuelve a ser tendencia. Personalemnet, considero la corbata como la prenda más hermosa del vestuario masculino. Es bella, inútil (como todo lo bello… ¿puede haber algo más horrible que la 'utilidad'?) y, lo más importante: proporciona una gran cantidad de información sobre quien la lleva. Una corbata fea, mal anudada o mal puesta dice absolutamente todo de un hombre. Tanto como unos zapatos feos o sucios. Para mí, todo conjunto está incompleto si no lleva corbata. Por supuesto, he ido en vaqueros y americana sin corbata en verano y con chaquetas de lino y camiseta o he recurrido al dos piezas, blazer y pantalón gris sin corbata. Pero siempre, siempre, siempre he preferido la combinación con corbata. La mayor o menor actualidad del conjunto dependerá siempre de su portador, no de la prenda. Lo que es absolutamente inadmisible y le rebaja a uno a la altura de un vulgar político de nueva hornada es el traje sin corbata.