Por fin pasó, por fin se fue. Pero sus estragos continúan. Además, o nos concienciamos de su nocividad o volverá el año que viene, y quién sabe si con más fuerza.
La ropa de fast fashion se usa menos de 5 veces y se conserva en el armario solo 35 días antes de desecharla. El 73% de esta ropa se envía a vertederos o, directamente, se incinera (Fuente: Ecoalf). A pesar de ello cada hogar español se ha gastado de media 284€, un 33% más que el año pasado.
La gran parte de estas compras es, además, online, lo que significa que una enorme flota de camiones, barcos, repartidores etc. ha de movilizarse para hacer llegar a millones de casas los productos comprados. Dicho de otra manera: 3,7 millones de envíos diarios los días anteriores y posteriores al viernes negro. Aparte, todo el movimiento de devoluciones. En definitiva, un impacto medioambiental de proporciones elevadísimas para saciar el apetito descontrolado e impulsivo de quienes no se han parado ni un minuto a meditar su decisión de compra.
En múltiples ocasiones hemos denunciado en esta página y en cuanto sitios escribo el daño que hacen las marcas low-cost a nuestro entorno. Ellas, por su lado, no dejan de gritar a los cuatro vientos la enorme retahíla de medidas que llevan a cabo para que la fabricación de sus camisas, abrigos, pantalones etc. no dañen al medioambiente. Sin embargo, no dudan ni un segundo en bombardearnos con todo tipo de mensajes para que no dejemos de llenar su carrito de la compra este señalado día. Hipocresía y greenwashing en estado puro.
Lo que no dura no es sostenible, sea un jersey, un móvil o un coche eléctrico. A pesar de que hoy nos vendan una juventud mucho más preocupada por el medioambiente y la sostenibilidad que la de tiempo atrás, sus actos dictan todo lo contrario. Demandan comida ecológica, envases reciclables, papeleras de todos los colores posibles…y, sin embargo, con sus decisiones de compra contaminan ríos, ensombrecen el futuro de generaciones y apoyan a que la industria textil siga siendo la segunda más contaminante del mundo.
No obstante, y queriéndome agarrar a un escenario esperanzador, cada día hay más marcas que en vez de por el Black Friday apuestan por el Green Friday. Muchas de ellas directamente no hacen este día descuento alguno. Otras van más allá y ese día recompran sus prendas a los clientes que se las quieran vender. Alguna como IKEA pagan hasta el doble de lo que harían cualquier otro día por productos suyos de segunda mano.
Si necesitamos el Black Friday para comprarnos algo verdaderamente deseado y meditado compremos ese día. Si así queremos, aprovechemos dicho día para hacernos con una prenda de gran calidad y beneficiémonos de un precio rebajado. Pero no lo usemos para comprar basura o ropa de usar y tirar. Esto, aunque siempre desaconsejable, mejor dejarlo para la compra in-situ y fuera de las fechas más señaladas.
Y nunca lo olvidemos: “la moda rápida no es gratis, alguien en algún lugar está pagando su precio” – Lucy Siegle
El Aristócrata
5 comentarios
¡Una pena! Grandes verdades
No puedo estar más de acuerdo con el greenwhasing de las marcas low cost. Nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino. Adoro al Amancio Ortega empresario. Detesto al Amancio Ortega contaminador del planeta.
“Salud… por esos errores que besaban tan bien…” qué buena frase la de la semana. ¿Hay alguna forma de tenerlas todas?
Buenas tardes a todos;
Que gran articulo, buen analisis, mejor sintesis y excelentes conclusiones, si me permiten y a riesgo de estropear el gran articulo añadiria desde otra arista distinta del poligono, lo que conteste hace unos dias para felicitarle, al correo electronico del C.E.O. de una firma italiana de pantalones, cuando me comunico que su firma no participaria en el viernes negro: ¨…es algo que no pertence a nuestra cultura y ademas no encaja en la agenda de la temporada, ni del ciclo de explotacion comercial europeo y especialmente no encaja en el español…¨.
En cuanto a la frase de la semana, fantastica, la adquiero y abusando de la paciencia de todos ustedes, me recuerda otra de un gran amigo que utilizaba para brindar y la utlima vez que se la oi fue en la boda de su nieta: ¨Salud y buena muerte¨.
FERRUCCIO.
Yo estoy convencido que llegará un día, no muy lejano, que la sociedad se dará cuenta del daño de la ropa al medio ambiente y no valorarán tanto a grupos como Inditex, H&M y similares. Tiempo al tiempo.