CINCO ABRIGOS DE SPORT PARA EL INVIERNO

Allá por enero de 2017 hablábamos de los 10 abrigos imprescindibles del invierno centrándonos principalmente en los modelos a acompañar a la corbata. Ahora toca el turno a las mejores alternativas para el tiempo libre.

Cierto que ya entonces nombrábamos al abrigo conocido como Pea Coat, o chaquetón de marinero, pero su importancia en la historia de la moda hace que merezca la pena volverlo a hacer. Aunque aparece en el S. XIX, hasta bien entrado el S. XX está considerado tan de sport que no es bien visto vestirse en la ciudad, prohibiendo incluso algunas empresas vestirlo a sus empleados durante la jornada laboral. Sin embargo, la gran influencia de los marineros ingleses en la vestimenta informal y el que el Duque de Windsor fuera altamente criticado por aparecer con él en un acto público, lo convirtieron en todo un objeto de culto. Caracterizado por una hilera cruzada, seis botones en fila recta, un grueso tejido, amplias solapas para protegerse del frio del mar y una reducida longitud para permitir a los marineros subir por el mástil, el Pea Coat sigue siendo hoy todo un clásico en la vestimenta casual.

La parka destaca por su comodidad, protección contra el frio, ligereza, amplios bolsillos y capucha, esta de tener su extremo recubierto de pelo natural la hará todavía más placentera en los días de verdadero frio. Aunque es habitual verla también con el traje, su uso resulta más estético en el tiempo libre. Verdes oscuras o azul marinas son los modelos más populares. Aprovechemos su corte informal y escojamos las que se alarguen hasta cerca de la rodilla. De vivir cerca de la montaña puede llegarse a convertir en el abrigo del día a día.

Si para la montaña la parka puede ser el mejor abrigo, para el campo es el Barbour. El tratamiento que se hace a su tejido permite que resista al agua y el paso del tiempo. También contra el viento cumple su misión. Con más de 125 años de historia, los modelos clásicos tienen, al menos desde mi punto de vista, más sabor. De hecho, si todavía tiene alguno con su forro interior desmontable de pelo seguro que es una prenda usada y muy vivida. Son precisamente estas las que más sabor transmiten y las que mejor envejecerán en nuestro armario. Aunque en azul también tiene gran acogida, sigue siendo el verde su color. Con sus grandes bolsillos que permiten liberar las manos se convierte, pero en el medio rural, en el abrigo para todo.

Una bomber de piel representa una importante inversión, sobre todo si su piel es de calidad (piel ≠ polipiel), pero merece verdaderamente la pena. Las tipo aviador son modelos que de gustar aportan un aire interesante a los conjuntos más desenfadados. Estas suelen ir forradas de borreguillo lo que añade una gran protección contra el frío. Su principal inconveniente es que solo protegen la parte superior del cuerpo y no son amigas de la lluvia. Toca igualmente tener en cuenta que sus bolsillos no están concebidos para llenarse de cosas y por no ser amplios se marca todo su interior. También hay chaquetas cortas de pieles mucho más finas, de aspecto menos rústico y más elegante que son igual de interesantes. Para estas, las marcas de piel más reputadas como Hermes son la mejor opción.

Cierto que los acolchados son abrigos súper ligeros y que aportan muy buen abrigo. Y por supuesto que el covert es todo un imprescindible. Sin embargo, al poder escoger solo un abrigo más antes de cerrar estos cinco imprescindibles, este año nos quedamos con la conocida como chaqueta safari. Esta suele ser bastante popular una vez llegada la primavera pero, también de escoger un tejido fuerte y resistente, a la llegada del invierno. Las lonetas utilizadas en las tiendas de campaña de los militares aguantan la lluvia y combaten el viento sin problemas, además de ser un tejido transpirable. A diferencia de la parka que suele situar sus bolsillos en la parte baja, la safari los tiene repartidos tanto en la parte superior como inferior. También se diferencia por contar con un cinturón imitando toda la chaqueta a la utilizada por exploradores. La clave de esta chaqueta está en encontrarla con una loneta verdaderamente resistente, algo que si bien puede perjudicar su aspecto estético garantiza la longevidad de la prenda.

El Aristócrata