Póker de rutas únicas para disfrutar de tu coche o moto por carreteras de ensueño de la geografía española. Porque no solo de la 66 vive el hombre o la mujer.
Durante los muchos años dedicados al motor, a las carreras y a la organización de rutas para marcas de coches y motos, he tenido el privilegio de descubrir rincones de España que me han dejado impresionado, por su belleza, por la calidad de la carretera y su trazado, por los pueblos que he conocido y por supuesto, por las gentes maravillosas que se han cruzado en mi camino.
España es un país ideal para rodar tranquilo en coche o moto. La construcción de las modernas autovías y autopistas, que son un lujo, han dejado casi sin vida a las antiguas carreteras nacionales, de las comarcales ya os podéis imaginar, ni hablamos, y son, por tanto, el itinerario ideal para descubrir rincones únicos. Son tantas que podríamos hacer un libro, así que nos lo tomaremos con calma y poco a poco iremos descubriendo las más destacadas. Hoy arrancamos con algunas de mis favoritas. Abróchense los cinturones o ajústense los cascos que arrancamos.
¿UN ARROCITO A CASTELLÓN?
La estrofa de la canción de Manolo García nos ha inspirado muchas veces, a mí y a mi querido grupo de motoristas. Así que cuando suena, es casi un grito de guerra, una llamada a la acción y en nada, tenemos el viaje montado. Esta ruta la hemos hecho casi siempre sobre dos ruedas y nunca falla. Los paisajes de las serranías de Cuenca y Teruel nos siguen fascinando como la primera vez y aunque parezca increíble, seguimos descubriendo detalles nuevos con cada pasada. La época ideal del año es el otoño, los colores ocres y rojizos de las hojas de los árboles, funden con el verde de los campos y el gris del asfalto para presentar un lienzo espectacular.
Salimos de Madrid por la A2 hasta Guadalajara para rápidamente tomar la N320 rumbo a Cuenca. Hay muchas variantes para cruzar la serranía de Cuenca, pero habitualmente la ida la hacemos por Cañamares, Cañizares y Beteta. Desde allí por la Vega del Condorno vamos a Tragacete y abordamos los puertos enlazados del Cubillo y del Portillo para entrar en la provincia de Teruel por todo lo alto, y nunca mejor dicho. No os perdáis el nacimiento del río Tajo, cada vez que lo veo me planteo la ruta desde allí hasta Lisboa, que por ahora descansa en el cajón de pendientes.
El fin de la primera jornada es un oasis en medio de las montañas, junto a la medieval Albarracín. La Hospedería El Batán nos acoge con cariño desde hace muchos años. Reformada y ampliada, ofrece un descanso de lujo y su restaurante tiene la única estrella Michelin de la provincia. Ahí es nada.
La recta interminable hasta Teruel nos permite relajarnos y contemplar la pasada del aeropuerto de la ciudad, centro de reparación y desguace de aviones, una imagen que nos traslada a esos inmensos espacios dedicados a lo mismo y que tantas veces hemos visto en las películas americanas. Desde allí, y en nuestra ruta hacia el este, cruzaremos El Maestrazgo, un territorio tan bello como desconocido para muchos. Encontraremos pueblos preciosos como Mora de Rubielos y Rubielos de Mora y bordeando el precioso embalse de Arenoso entramos en tierras de la Comunidad Valenciana.
Los últimos kilómetros llenos de polígonos con empresas del sector de la piedra ornamental y la cerámica se hacen pesados pero la recompensa merece la pena. Nos espera el Grao de Castellón y en la Tasca del Puerto un riquísimo arroz de langosta boba para quitar las penas y amenizar una comida plena de risas y anécdotas vividas durante la ruta.
EL TRAMO DE CARRETERA DE COSTA MÁS BONITO DEL MUNDO
Quizás porque la descubrí cuando era muy joven, quizás por la buena compañía o porque el BMW 325 cabrio que conducía entonces era una máquina ideal para ese trayecto, la costa de Gerona siempre me ha cautivado. La verdad es que hay muchas buenas carreteras sobre el mar, incluso algunos buenos ejemplos fuera de España de los que ya hablaré en otro artículo, pero por aquello de promocionar lo patrio, personalmente me inclino por la GI682. Sería un pecado no empezar esta ruta en la capital, comiendo en el Celler de Can Roca y durmiendo en la Gavina en S’Agaró. Aperitivo con gambas en Palamós y bien descansados para no perdernos nada, apurar la travesía de Sant Feliu de Guixols para emborracharse de curvas hasta Tossa de Mar y acabar en Lloret de Mar, en uno de los pocos espacios tranquilos de la villa, el hotel Rigat y cenando en la masía de El Trull.
Cualquier temporada es buena para disfrutar de esos paisajes donde los pinos se descuelgan por las preciosas calas que jalonan unos acantilados de vértigo. Por supuesto, abstenerse en los meses de verano y consultar durante el invierno porque algunos de los establecimientos cierran en enero.
DE NORTE A SUR
La primavera es una época ideal para los viajes, tanto en coche como en moto. Alterno la moto, ahora mismo una Harley-Davidson CrossBones transformada con un Jaguar viejo pero que avanza hacia la categoría de clásico a la que llegará en poco más de un lustro. Como la decisión para una buena ruta se tiene que tomar a bocajarro e improvisar sobre la marcha, bastará que usemos una buena aplicación de meteorología para decidir si el fin de semana nos vamos al norte o al sur.
Si sale norte, no lo dudéis la N260 es vuestra carretera. También conocida como la transpirenaica es una carretera de alta montaña que discurre por el sur de los Pirineos. Desde Huesca subimos a Sabiñánigo y hacemos noche en Biescas. Comenzamos a empaparnos de pueblos de piedra y madera, olor a campo en cada curva y os aseguro que hay muchas, y vistas majestuosas. Comemos en Callizo en Aínsa y para no conducir con el estómago lleno porque no hacer noche allí mismo que es una delicia de lugar. Lo ideal es rodar despacio y disfrutar cada kilómetro, ahí no se va a echar carreras. Para en Sort y comprar un décimo de lotería en la Bruja de Oro. En la Seu de Urgell hay que tomar decisiones importantes, esto es, o subes a Andorra y te pierdes unos días por allí o tomas las C14 para ir a Lérida y comerte unos caracoles a la llauna en Els Trulls.
Si por el norte la meteo está dura, rumbo sur y a disfrutar de Andalucía. Nuestra propuesta es fácil, la ruta de los pueblos blancos no falla, la A384 saliendo de Jerez de la Frontera, pasando por Arcos y terminando en Ronda. En Ronda hay hoteles maravillosos, aunque el Parador sigue teniendo un algo especial, restaurantes encantadores, incluido Bardal con dos estrellas Michelin que es una pasada y un montón de carreteras comarcales por los alrededores por si nos hemos quedado con ganas de más.
Esa ruta tiene una variante muy recomendable que es subir desde Jerez a El Bosque e internarnos en la sierra de Grazalema para visitar pueblos como Ubrique o Prado del Rey donde además de disfrutar del paisaje podremos hacer unas compras de artículos producidos en piel que son mundialmente famosos. ¡Qué más se puede pedir!
Conduzcan con precaución y disfruten de la ruta.
Javier Arias
Un comentario
Mi querido Capitán. Yo he sido de esos motoristas que he descubierto las carreteras de España gracias a tu enorme experiencia y conocimiento de nuestra geografía. Reconozco que hacerlo a cielo abierto con un deportivo, mejor siempre si es manual y con sus años y vivencias a sus espaldas, es todo un placer. No obstante, es con nuestro grupo de Harleys cuando la experiencia se vuelve inolvidable. Las vivencias son mucho más intensas y las sensaciones mucho más profundas. Nada me saca mas una sonrisa, solo después de escuchar encenderse el motor del 430, que el recorrer sin prisa las carreteras de nuestro país escuchando esa música tan placentera bicilíndrica. Disfrutar del paisaje sin aceleraciones y frenadas bruscas, parar y saborear unos torreznos en el aperitivo o un restaurante Michelin para comer es de las cosas que más recuerdos aportan.
Por ello, muchas gracias por compartir todo tu conocimiento con los muchos que seguimos tu espalda como guía. El grupo “Kilómetros y Estrellas” no sería lo mismo sin ti.
El Aristócrata