BESPOKE CXXII: UN DOS PIEZAS PARA EL DÍA – CESAR CALVO DE MORA

Difícil afrontar estas altas temperaturas con un mínimo de pudor en lo que al vestir se refiere.[...]

Difícil afrontar estas altas temperaturas con un mínimo de pudor en lo que al vestir se refiere. Quizás solo el lino, en menor medida el algodón, pudiera echarnos una mano.

Ya sabemos que el verano es el mayor enemigo de la elegancia. Seguramente, también uno de los responsables de que hoy se vista en ciudad prácticamente igual que por el malecón de cualquier sitio con mar. Con ánimo de no caer en la tentación de enfundarnos unas bermudas y sandalias, y tampoco de sufrir, como no pocos hacen, con un traje azul, las prendas de lino representan la mejor solución. Y los tonos claros los grandes aliados para las horas de sol.

Son múltiples los artículos que hemos dedicado al lino. A chaquetas, pantalones o camisas. Quizás el más interesante fue el que escribíamos sobre el traje de lino que realizó Joaquín Fernández hace diez años. Este traje, todavía en perfecto estado de revista, es una opción imbatible para vestir de corbata desde hoy hasta septiembre.

Por su lado, el dos piezas de César, combina una chaqueta de lana, seda y lino con un pantalón de lino y algodón. Concretamente, una chaqueta con mezcla de lana virgen (49%), seda (30%) y lino (21%) con un peso de 250 gramos del telar italiano Caccioppoli. El pantalón, también de Caccioppoli, mezcla lino (59%) y algodón (40%).  

Ni el lino ni el algodón son compuestos para aquellos a quienes no les gusten las arrugas. Tampoco, sobre todo por el algodón, para los no duchos con la plancha. Como hemos dicho en anteriores ocasiones, la búsqueda de frescura y poca arruga se soluciona mezclando diferentes compuestos donde la seda y la lana son el mejor comodín. Obviamente, un reducido peso del tejido, como también que se trate de una prenda poco armada y con apenas forro, es cuestión de igual importancia.

Este conjunto de dos piezas, aunque más elegante con corbata, permite vestirse también sin ella. Incluso da la posibilidad de disfrutar ambas prendas por separado. Pensando en esto y en su imagen más informal es por lo que el pantalón se cortó para cinturón. Sigue tallando alto, mirando a la cintura, aunque no como si para tirantes se hubiera confeccionado. De ahí que la posibilidad de que con el paso del día termine cayéndose sea, obviamente, más alta. Uno de los principales problemas del uso del cinturón es que de no estar perfectamente ejecutado pantalón y chaqueta la camisa podría asomar entre ambas prendas. Este feo detalle estético se evita fácilmente de probar chaqueta y pantalón juntos. Si ambas prendas solo se encuentran en la prueba final pudiera ser que este antiestético detalle resultara ya imposible de subsanar.

El estilo de César vuelve a este conjunto en forma de líneas puras, clásicas pero con algún guiño a la modernidad. Como sastre que es, convencido estoy de que no tendría problema en hacer una chaqueta más corta, de solapas más anchas, más entallada, pantalones más recargados en cintura y boca de pantalón más estrecha. No obstante, creo que lo interesante de acudir a un sastre u otro es dejarse llevar por el estilo de la casa.

Y el estilo de César es, en gran medida, el estilo de la casa de la que proviene. Su padre, D. Manuel Calvo de Mora, una de las grandes referencias de este país, le enseño durante muchos años el sentido de la proporción y la importancia de una buena mano de obra. Aunque es cierto que en un tiempo pasado pude llevarme por algún diseño algo más atrevido, la verdad es que cada vez me siento más seguro con cortes más clásicos o, mejor dicho, con clásicos actualizados.

Actualizados como término que evita las hombreras marcadas, no abusa de entretelas, dibuja las líneas del cuerpo pero sin abusar del corte tipo London Draper, solapas ni ridículamente estrechas ni anchas, de faldones no excesivamente largos, con suficiente espacio como para poderse mover con facilidad incluso de tener que conducir con la chaqueta puesta, un pantalón que discurre ajustado a la cadera pero que permite moverse con total libertad y suficientemente largo para tocar el zapato pero no para descansar sobre él.

El proceso de confeccionarte un traje con César no puede ser más cómodo. El que se desplace a tu casa es algo que no tiene precio. Cierto que un buen probador permite al sastre ver la prenda desde diferentes ángulos. Pero si tienes en casa un par de espejos de ciertas dimensiones, la comodidad de esperar tranquilamente la llegada del sastre sin necesidad de desplazarte al centro es un lujo.

Un poco desastre vistiendo, pero decidme un sastre español de los de verdad que no lo sea, su cercanía, ganas de complacerte y asegurarse de que quedas contento compensa ese aspecto desenfadado. Su simpatía y cercanía hacen el resto. Aunque el primer traje que nos hizo lo cosió en muy poco tiempo, hoy la situación ha cambiado y toca esperar varias semanas. Sea por la repercusión de su trabajo en esta página, por el boca a boca, por su precio más que competitivo, por su buen hacer o por su personalidad, la realidad es que los encargos se le empiezan a acumular y toca ser paciente para disfrutar de tu nuevo traje.

Aunque la chaqueta desde esta primera prueba deja entrever un buen final, no así el pantalón. Ancho, largo y de caída nada inspiradora. Claramente me sorprendió que, habiendo sido los dos pantalones pasados de gran factura, este pareciese haberse cortado para otra persona; claramente no pensando en mí. Compartido esto con César, confío en sus palabras de tranquilidad. Palabras que aseguran que de nada hay que preocuparse pues quedaría igual de bien que los dos anteriores. Y si queda igual que los anteriores, claramente será un súper dos piezas.

La chaqueta deja ver lo ya aquí comentado: un corte relativamente clásico, con una hechura prometedora y lleno de detalles de buena mano de obra y horas. Desde unas solapas picadas a mano hasta un montaje de la prueba totalmente artesanal. Es ver el trabajo que lleva detrás una chaqueta como esta para no dejar de sorprenderte cuando escuchas la palabra sastre asociada a meros tomadores de medidas.

Ojalá pueda enseñároslo más avanzado antes de irnos de vacaciones y ya de paso disfrutarlo en alguna ocasión.

El Aristócrata

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COMENTARIOS

4 comentarios

  1. No puedo estar más de acuerdo con usted: tan buena pinta tiene la chaqueta como mala el pantalón.

    Aunque toca hacerle caso al sastre y esperar a verlo terminado

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  2. Reconozco que los dos anteriores conjuntos que le hizo César me dejaron con un gran sabor de boca. De hecho, acudía él a raíz de ellos. Este, en cambio, me deja con dudas. Efectivamente, toca esperar.

    Un saludo y buen comienzo de semana

    F.

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  3. Tiene muy buena pinta la chaqueta aunque un pelín corta, pero es lo que se buscaba según leo, en cambio el pantalón no hay por donde cogerlo aunque seguro que acaba quedando igual de bien. Me ha resultado curioso eso de que los sastres de verdad españoles son un desastre vistiendo, no puedo estar mas de acuerdo! Ni gusto ni estilo! La verdad es que se ve cada cosa que piensas si de verdad confiar tu traje a una persona que viste asi…

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  4. César ha picado de ingenuo o de demasiado purista. Nadie prueba el pantalón hilvanado. Te juegas que te pase esto. Dicho lo cual, esperemos que el pichón esté emplatado antes de hablar de su buena o mala pinta. De momento los colores y los tejidos escogidos no pueden ser más sugerentes.

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