En un momento donde la prensa de papel lucha con uñas y dientes por sobrevivir el que una revista pueda anunciar su 20 Aniversario es motivo de celebración y esperanza. Y eso es precisamente lo que celebraba Fuera de Serie la pasada semana en el MAN.
No es que no me guste asistir a fiestas, aperturas de tiendas, desfiles o celebraciones. Es, simplemente, que me empiezo a aburrir en ellas soberanamente. O quién sabe, quizás el verdadero motivo sea que me estoy haciendo mayor y valoro enormemente mi escaso tiempo libre. Como a ustedes les ocurrirá, muy interesante algo tiene que ser hoy, o muy buena conversación debe esperar, para sustituir el mero placer de sentarse en un sofá a leer o disfrutar de una cerveza bien fría (Mahou a ser posible) sin más pretensión que intentar dejar la mente en blanco. Y si además toca enfrentarse al todavía denso tráfico y al calor propio de estas fechas, rechazar amablemente las más variadas invitaciones parece la opción más interesante. ¡Gran mérito tienen las agencias que consiguen congregar a un número importante de asistentes en estos saraos! Aunque de repasar las rostros de los invitados de las más variadas fiestas uno termina llegando a la conclusión de que son siempre los mismos, sea la apertura de una galería de arte o la venta de un nuevo calzoncillo con fines benéficos. Y no piensen mal. Les puedo asegurar que son muy pocos, acaso ninguno, los que cobran por dejarse allí fotografiar.
Pero asistir a la fiesta de celebración de 20 Aniversario de la revista para la que escribo me hizo particularmente ilusión. De hecho, este año esta fiesta ha sido, junto a la de la revista Gentleman, la única a la que he asistido. Su director, Iván Martínez-Cubells me entregó hace ya más de seis años una columna en la que dar rienda suelta a mi concepto de elegancia. Y si aquí seguimos publicando una nueva bitácora cada quince días quiero pensar que es porque a sus lectores la respaldan con su lectura. Iván es una persona muy querida no solo por la industria del lujo, industria a la que va enfocada el Fuera de Serie, sino también por los personajes más variopintas. De hecho, en este 20 Aniversario se dieron cita desde modelos, diseñadores, marcas de relojes Premium, de licores, políticos, empresarios, académicos, escritores y, como también hoy es habitual, diversos vividores conocidos sin oficio ni beneficio. Iván es muy cercano, viste, rara avis en el periodismo, con chaqueta y corbata y lo que es más importante: él nunca es la noticia, la noticia es lo que él escribe. Dudo mucho que un magazín enfocado al lujo y a los sueños hubiera triunfado en un país como España si su persona y trabajo no hubieran estado detrás.
20 han sido los aniversarios que esta revista ha visto pero sin duda este ha sido el más especial. Y no lo ha sido por contar con las barras de degustación, tanto de vinos como de comida, más amplias y exquisitas sino por algo que lo ha hecho único: el lugar de celebración. Creerme si os digo que no hay restaurante ni boutique que ni de lejos se acerque al refinamiento, magnetismo, historia, arte y poesía con la que cuenta el Museo Arqueológico Nacional, obra de Francisco Jareño, 1895, y actualizada en 2006 el edificio y en 2010 la museología por uno de los grandes arquitectos españoles en vida, Juan Pablo Rodríguez Frade, arquitecto que, por cierto, no necesita de aparecer en revistas del corazón o acometer las obras más imposibles para ser respetado y admirado por la profesión. Si bien este museo es un viejo conocido mío, tener la oportunidad de visitarlo nuevamente en visitas reducidas mientras los asistentes terminaban de llegar fue el regalo más especial que Iván hizo a sus invitados. Triste observar como los platos de jamón tenían más aceptación que los pases de estas visitas, pero esto es España e intentar entenderlo necesitaría de otro artículo.
Ver caer el día sobre la fachada del MAN sí que fue algo Fuera de Serie. Y por solo ese momento mágico bien se justifica haber salido de casa dirección Serrano 13.
Enhorabuena a todos los que habéis hecho posible llegar hasta aquí. ¡Y, además, en papel!. Chapó.
El Aristócrata
7 comentarios
Totalmente de acuerdo. El MAN es una de esas joyas que justifica vivir en una ciudad tan inhóspita como Madrid. Un gran desconido pero una joya, tanto en edificio como en contenido.
Visto como vestía el personal – gracias por el link – se puede decir que muchos fuera de series no había. 🙂
Andrés
Andrés, yo creo que la vestimenta de los asistentes es solo un reflejo de la sociedad actual. Ni mejor ni peor que antes. Otros tiempo, otros conceptos. Alberto
Alberto, no creo yo que en los 20 años del How to Spend In, homologo inglés de esta publicación, la gente fuera con esta guisa. O a lo mejor sí. Vete ya a saber. De hecho, tras leer su nuevamente comentario efectivamente creo que tiene usted razón. Andrés
Totalmente de acuerdo Alberto.
Grandisimo semanario, de lo mejor que se puede leer en Español sobre este tema, enhorabuena y a celebrar otros 20 años de columna de Jose Maria en FS.
FERRUZZO
Si le sirve de algo decirle que tanto yo como mi padre compramos El Mundo el domingo solo por leerle.
Un abrazo y ojalá nunca lo deje.
Roberto
Si imitan a los periodistas deportivos del telediario, los cuales utilizan pantalones chinos bragueteros, entonces estamos perdidos desde la estética.