Empieza la temporada de bodas. Las buenas temperaturas dan el disparo de salida a múltiples celebraciones en donde todavía se pone cierto interés en lo referente a la vestimenta. No obstante, la confusión reinante sobre lo adecuado y lo incorrecto hace que el novio no acierte siempre.
Son algunos errores, muy extendidos, los que separan al novio bien vestido del que no.
1. El esmoquin. El esmoquin, independientemente del lugar, la hora de celebración, su color etc., nunca se debería vestirse en una boda. Como aquí se ha dicho repetidas veces, una boda es un acto formal y el esmoquin pertenece al grupo de prendas informales. Sobra decir que tampoco el esmoquin blanco es correcto, se case uno en Ibiza o en Matalascañas. Si tanto aprecio tiene a esta prenda organice una cena de bienvenida la noche de antes y asunto solucionado.
2. La flor en la solapa. La flor, sea del tipo que sea, no se estampa contra la solapa, es decir, no se pega sobre la misma ni se une con un alfiler o similar. El rabillo de la flor, se inserta por el ojal de dicha solapa y se introduce por una especie de pasador que toda buena chaqueta o levita oculta tras la solapa. Sobra también aquí decir que solo la flor debería quedar visible y no así hoja o arreglo alguno.
3. Las gafas de sol. Cierto que, en verano, más en nuestro país, el sol suele ser molesto incluso cuando la celebración es a la tarde. Esto no debe ser óbice para hacer un esfuerzo y prescindir de las gafas de sol cuando se vista de chaqué. Vernos durante años en esa fotografía de boda con gafas de sol sin poder visualizar nuestros ojos nos haría arrepentirnos de haber optado por ellas.
4. Los tan de moda chaqués azul marino. No te dejes persuadir. Un chaqué es un chaqué y por lo tanto todo lo que no sea el chaqué, todo en gris incluido el chaleco, o de levita negro y pantalones a rayas negras-grises es incorrecto. Y sí, el chaqué a raya diplomático es más que de mal gusto.
5. Un poquito de clase por favor, que se está usted casando. La imagen del novio, y también de muchos invitados, con cigarro cubano en mano, cubata en otra y bailando tal Travolta en Grease seguro que deja mala resaca para el recuerdo. Tampoco es necesario que sean los novios los últimos en abandonar la fiesta.
6. Tanto para los bailongos como para los que no, uno nunca se desprende de la levita ni demuestra lo bien que queda en las fotografías cogiéndola con un dedo y echándosela por la espalda.
7. Parecería obvio omitir la necesidad de que tanto novio como invitados acudieran con zapato negro y de cordones, pero, visto lo visto, mejor volver a insistir sobre ello.
8. Menos es más. Si no conoce el protocolo de la chistera o si no sabe cuando ponerse o quitarse los guantes, mejor dejar ambos en casa.
9. Las corbatas deben ser, sobre todo si la boda es de tarde, oscuras y sin grandes motivos. Por la mañana, y con chaqué gris, los invitados, el novio menos, pueden optar por opciones algo más claras. Las rojas, amarillas y las de cualquier otro color demasiado vivo no son apropiadas para este evento.
10. 2 no es mejor que 1. Si lleva tirantes, la opción correcta, no lleve también cinturón. Si le regalaron en la pedida un reloj de pulsera, no lleve también un reloj de bolsillo, elección más acorde con la historia de esta prenda.
Curiosamente uno de los artículos más leídos de esta página es el que hace catorce años escribió una buena amiga “La vestimenta de las invitadas a una boda” y es que, si Google Analytics no engaña, casi el 30% de lectores de esta página son mujeres. Temerario sería apuntar ni siquiera una recomendación para ellas. Sin embargo, ante la moda de ver cambiarse a la novia incluso tres veces de conjunto, solo voy a dar una – probablemente equivocada. Te casas solo una vez y por tanto disfruta de tu vestido de novia hasta que te retires a descansar. El cambiarse de conjunto para el baile queda casi tan feo como ver al novio con esmoquin y da la triste sensación de haber adelantado algo que solo más tarde debería llegar.
El Aristócrata
12 comentarios
Excelente artículo, no tenía idea de que el 30% de los lectores de este maravilloso blog, eran damas…..
Yo no estoy casado, pero si algún día tomo esa decisión, no dudaré en consultar estas importantes pautas….
Saludos desde Colombia
Curiosamente en la primera fotografía del Príncipe Carlos lleva un reloj de bolsillo y uno de pulsera.
Curioso lo que apunta el forero anterior. Eso parece aunque tb he visto también en libros de época como es una moneda, y no un reloj, lo que sostiene la cadena.
Albert
Si al menos "los famosos" supieran vestir bien el día de su boda mucha gente que los siguen lo harían también. el problema es que tanto estos como mucha de la alta sociedad española no cuentan con las nociones más básicas del buen vestir. Y si a esto añadimos las críticas de las revistas y periódicos donde hablan de lo elegante que va el novio con su esmoquin blanco pues apaga y vámonos…
Ramón
Genial, as usual. Ideas claras y con sentido del humor.
Me he reído a gusto leyendolo.
Dr. Johnson
No siempre se lleva reloj en el chaleco, puede ser una cruz, medalla, moneda, etc
….muchos de los que " No somos Ken, ni pedimos Babies" cada domingo con el contenido del Blog, nos sentimos mas cerca de ese concepto,,seguramete desde este domingo 4 comenzara su merecida pausa veraniga,,que la disfrute y regrese cargado de buenas historias que compartir y que son del deleite de todos sus lectores..
Chaqué=morning coat. Morning=mañana.
Creo que se entiende bien el silogismo no?
Magnífico artículo. Salvo en el consejo "Tampoco es necesario que sean los novios los últimos en abandonar la fiesta" (confieso que me lo pasé extraordinariamente bien en mi boda) me satisface saber que acerté en todo.
Para mí falta un punto importante. El chaleco. Hay una corriente generalizada que dice que el último botón no se abrocha. Siempre pensé que eso era en el chaleco de hilera sencilla y no en el cruzado pero cada vez veo a más gente haciéndolo también en el chaleco cruzado. Que es lo correcto?
Gracias
Yo me resisto a esa corriente, generalizada incluso entre los supuestos especialistas.
El chaleco no es una americana. Creo que es una prenda que pide ser abotonada en su totalidad. Lo contrario le resta formalidad y elegancia, en mi opinión.
Hablaba esto ayer con mi sastre.
Aprovechando mi visita para encargar un tres piezas, le pregunté. Días atrás había tenido que soportar como un empleado de otra tienda me reprobaba: “el último va desabrochado”. El pobre no sabía ni hacerse el nudo de la corbata y ahí lo habían colocado: reproduciendo en modo automático “el toque definitivo” del protocolo.
Mi sastre de confianza me confirmó:
– si el chaleco es de una hilera de botones (recto), se puede (que no es lo mismo que “se debe”) llevar desabrochado el último botón (de forma similar a como haríamos en la americana del traje).
– pero si el chaleco es de dos hileras (cruzado), se abrochan TODOS los botones.
Y el truco: busque usted una fotografía de un miembro de la Familia Real Inglesa de chaqué. No verá hojal sin abrochar en el chaleco. Si encuentra algún vestigio de esta desafortunada (y antiprotocolaria) moda, conserve esa foto, vale su peso en oro.