Vivimos en medio de la confusión y quizás sea por ello sea por lo que, al contrario de solo unos meses atrás, hoy nos preguntamos qué ponernos cada mañana. “Los nuevos códigos de vestimenta” es, además, el tema que más se repite en la privacidad del correo electrónico. Y como resulta imposible contestar todo lo que este recibe, hace unas semanas escribí sobre lo mismo en el periódico Expansión; artículo que aunque su contenido es lógica para vosotros parece que no es así para todo el mundo.
Con la corbata en la UCI y con poca probabilidad de subir a planta cabe preguntarse por qué nos hemos complicado la vida teniendo ahora que escoger un conjunto totalmente diferente cada día de la semana. Si antes con unas cuantas camisas, cinco trajes de invierno y otros cuantos de verano teníamos la ropa de todo el año, hoy toca contar con un armario mucho más amplio.
Si pensamos que el traje sin corbata no es algo particularmente estético – algo que claramente no lo es -, mejor buscar opciones que permitan prescindir de ella, pero con cierto de estilo y elegancia. Todas las opciones que veremos comparten dos prendas claves: chaqueta y zapatos. Aunque hay múltiples opciones entre las que elegir, al menos la chaqueta y los zapatos – no zapatillas – deben estar presentes en cualquiera de dichas opciones.
El código de vestimenta de los despachos británicos “dress for your day” puede igualmente aplicarse en nuestro día laboral. Siendo conscientes de que no solo nos representamos a nosotros mismos, sino también al sitio en el que trabajamos, se puede optar por conjuntos más o menos formales. De tener una reunión importante o con africanos o latinoamericanos es recomendable vestir de traje y corbata, pues probablemente el clásico traje estará presente.
Un escalón por debajo de este en formalidad encontramos a la chaqueta azul marina y el pantalón gris. Aunque también este conjunto queda más elegante con corbata, cierto que se puede vestir sin ella. Evitemos hacerlo con camisas pensadas para vestir con corbata – sin botones en el cuello. Esta combinación admite desde un Oxford vino liso hasta unos Tassel oscuros.
El mejor estampado de camisa sería el de rayas. A más finas y juntas camisa más formal, a más gordas y separadas menos. De querer introducir un toque diferenciador a esta chaqueta escójase una botonadura personalizada tanto en su material como en el motivo representado. La plata vieja y la terminación bronce son ambas opciones especiales. Si se busca jugar sobre seguro, también vale cambiar el oscuro del marino y del gris por otras tonalidades, lisas, más claras o con un mayor contraste. Todo antes que dejar el traje huérfano de corbata.
La chaqueta cruzada puede igualmente vestirse sin corbata si chaqueta y pantalón son de distinto color. Estos conjuntos de sport funcionan muy bien si se saben combinar colores y estampados. Hablando de la chaqueta cruzada, en puertas del otoño, esta queda particularmente elegante con un jersey de cuello vuelto. Un traje cruzado de franela con un jersey de cuello vuelto de cachemira es una opción a considerar seriamente en este otoño.
Los viernes siguen siendo el día más relajado de la semana, algo que no debería significar que se puedan cambiar zapatos por zapatillas. Cierto que el Covid ha acelerado ciertos cambios en la vestimenta, pero no todo vale. En los conocidos como “casual fridays”, hoy ya todos los días de la semana, no solo las chaquetas deberían adquirir un estampado más casual y unos colores más relajados sino también en los pantalones se debería incorporar alguna licencia.
Pensando precisamente en este otoño las chaquetas tipo Tweed con pantalones de lana, tan formales o informales como queramos que resulte la imagen final, son una buena alternativa. En los sitios más relajados de trabajo se podrá hasta combinar unos jeans con una chaqueta. Aunque las camisas de estampados a cuadros marcados no deberían vestirse en el ambiente de trabajo, asegurándonos que la chaqueta sea artesanal y los zapatos de calidad el conjunto resultante puede ser válido en los días más informales de oficina.
Se escoja uno u otro conjunto, en ausencia de corbata los complementos juegan un papel destacado. Si el pañuelo de bolsillo se convierte en todo un “must”, los modelos de zapatos entre los que escoger se multiplican. Pero esto toca ya dejarlo para próximos capítulos.
El Aristócrata
19 comentarios
Hola José María,
el problema viene cuando uno no trabaja en una oficina, sino en un instituto de secundaria. Con 700 alumnos y clases con una ratio de 25 0 27 alumnos, y el día a día es de autentica locura de estrés y prisas, a lo que hay que añadir el uso de tiza, rotuladores, bolígrafos y lápices.
Ja me gustaría usar zapatos (tengo que usar zapatillas), ja me gustaría usar diferentes tipos de pantalones (casi siempre vaqueros),ja me gustaría usar diferentes tipos de americanas (casi siempre la jaqueta de plumas), ja me gustaría combinar camisas de cuadros i/o a rallas (siempre camisas con mucha batalla a sus espaldas, por el miedo a los bolígrafos i rotuladores).
Y cuando un día te arreglas un poco mejor, viene el compañero o compañera de turno , y te pregunta "¿vas de boda?.
En fin hay trabajos y trabajos…
Muchas gracias de todas formas, sus consejos los aplico cuando salgo del trabajo.
Josep Vicent Garcia Tamarit
He ahí el quid:la comodidad. Los institutos tambien son lugar de educación por el vestir. El respeto que se exige quizá empiece también por ahí.
Hola Josep Vicent:
Bueno, cada trabajo requiere una vestimenta adecuada al mismo. Quiero decir que hay trabajos que se pueden desarrollar con vestimenta informal, lo que los modernillos llaman erróneamente "casual", y trabajos que requieren el uso de traje y corbata, fundamentalmente los relacionados con representación y negocios con trato directo con el cliente. De todos modos, cada cual puede vestir a su manera y, por ejemplo, dar clase en un Instituto con un traje completo y corbata, si es su gusto. En mi caso, he sido Investigador científico durante cuarenta años y, habitualmente, he vestido de modo informal (jerséis, pantalón chino o de pana, etc..) salvo que tuviera una reunión o representación.
También querría sugerirle que, a pesar de que se presenta como profesor de secundaria, estaría bien que revisara su ortografía ya que resulta muy decepcionante-
Un saludo
No estoy del todo de acuerdo con el 1º comentario.Es verdad, que no es lo mismo trabajar en un IES de Secundaria.
Yo trabajo en un IES de Secundaria e intento ir bien. Es verdad , que están las tizas y demás, pues lo siento…la vida son dos días y si resulta que esa chaqueta( por ejemplo) que me encantaba ,sólo me ha valido un año, pues qué le se va a hacer, pero la he disfrutado.Es que si no , es todo gris y desesperante y más en un IES de secundaria.Así que , precisamente para enfrentarme con color y humor , me visto para mí y la verdad , me alegro el día.
Te doy totalmente la razón con respecto a los compañeros, todos van de pena.No es que vayan de sport, es que van rayando la grosería vistiendo, la ropa tira a harapos.A mí también me dicen que si voy a una comunión( en vez de boda) , pero paso olímpicamente.Y ya me parto de la risa, si viene alguna autoridad , pues el códido para recibirlo consiste ponerse una chaqueta desencajada sobre el pantalón vaquero y como no es hecha por sastre ,la lucen con la etiqueta ¡¡¡¡¡Sobre las mangas!!!!que traen algunas chaquetas de confección.
Como decía el actor Dº Arturo Fernández: " No he visto gente más fea, que en las manifestaciones"
Añado también a mi comentario anterior, que cuando salgo del trabajo , del IES,, le incorporo algún detalle más a mi atuendo,que lo dejo en el coche, para no levantar suspicacias y me importunen.
..y ya con esto , ya no escribo más.Otro capítulo serían los olores.Yo manejo sólo 2 casas normalmente, Dyptique y Artisan Perfumeur, que me los pongo para mi IES, faltaría más.
Pues a mí me ocurre con frecuencia que me dicen, ¿vas de boda?. La semana pasada me sucedió en un semáforo, yo iba vestido con un traje azul muy elegante hecho a medida con pajarita azul, un broche muy bonito, un sombrero azul, reloj y gemelos de oro blanco, zapatos Oxford negros y una mujer me dijo ¿vas de boda?.
Yo visto de forma muy elegante en todo momento y parece ser que vestir así es algo impresionante para algunos.
Vestir elegante es de gente educada, yo nunca prescindo de las corbatas ni de las pajaritas pues me encantan.
En España somos minoría los que vestimos así, casi nunca veo gente vestida tan elegante como yo, en la Vía Barberini de Roma sí que los veo pues Italia es la cuna de la sastrería y allí la elegancia es importante.
Un saludo.
Buena entrada López-Galiacho.
Estoy con usted en que se va prescindiendo cada vez más de la corbata y debe ser así, ya que muy poca gente sabe vestir este complemento con gracia. Lo más normal es ver aberraciones como llevar el botón del cuello suelto y el nudo ligeramente desanudado (mucho en la tele, en La Sexta sobre todo), también se ven pomposos y pretenciosos nudos como el windsor, un ejemplo sería el torero José María Manzanares qué espanto de windsords tan perfectitos; en mi vida me he hecho esos nudos porque dan rigidez y exceso de protocolo al conjunto, amén que más rancios resultan cuanto más moderno y ceñido es el traje. O el nudo suelto de mala manera y que se vea el botón del cuello, muy habitual y horrible de hombres dejados.
Considero a la corbata como un bonito y necesario contrapunto al traje, por eso hay que saber escoger bien los colores y tejidos de cada temporada. A mí me gusta el nudo simple o a lo sumo doble y siempre con las palas sueltas, que dan vuelo, ligereza y restan una seriedad innecesaria, además que hacen bonitas ondas al sentarnos siempre con la chaqueta puesta. La corbata si se anuda bien a la primera, continúa perfecta al final del día.
En general pienso que un traje con corbata o un dos piezas con y sin corbata han de intentar llevarse con estilo y salvo las ocasiones muy muy formales, que son casi todas, se debe conseguir algo que no es fácil, cómo explicarlo… hay que tratar de no parecer nunca de más ni de menos que la otra persona; imaginen que van a hacer algún negocio con alguien muy adinerado que se presenta en verano por la tarde en camiseta de tirantes, panza con manchas de restos de comida y licor de sobremesa y una riñonera. Aunque no lo crean, nuestra presencia en las antípodas de nuestro cliente se puede suavizar con colores y tejidos alegres.
Si miramos a Sánchez y a Iglesias, casi va mejor el segundo en plan gañán, el primero con esos trajes ridículos que parecen de 60€ con la longitud de bajos siempre fallida, esos cuellos de camisa inenarrables que jamás armonizan ni casan con la chaqueta y esas corbatitas que dan grima… uf qué dolor de tío, parece un vendedor de inmobiliaria cutre que no paga un fijo a sus comerciales, sólo comisiones.
Por último Aristócrata animarle a seguir mucho tiempo con este magnífico blog y a los caballeros que lo leen a vestirse bien, siempre. Y un favor, haga un día un monográfico de camisas italianas, de cómo consiguen esos colores maravillosos y de la ropa de Nápoles en general, no necesariamente de sastres, sino de los patrones y colores con los que se confecciona esas prendas tan formidables. Un saludo muy cordial.
Gonzalo
Muy buenos días a todos,
Desde aquí mi ánimo y admiración a ese profesor que pese a ese entorno tan poco favorable acude a sus clases con sus mejores chaquetas e importando un bledo lo que piensen los demás. Comparto con el que la ropa hay que usarla, y si se estropea, pues que se estropee, se manche o lo sea.
Yo tengo la suerte de trabajar en una entidad en la que aún se conserva la corbata para ver clientes.
Hasta marzo iba con traje a diario, y desde entonces solamente en caso de tener reuniones.
El resto días, opto por pantalones de franela y alguna chaqueta desestructurada.
Me llama la atención el hecho de que, sin que nadie haya dado indicación alguna, el nivel de vestimenta se haya relajado tanto.
Para el futuro, la verdad, ya no me veo,comprando más trajes, pero si abrigos de calidad y chaquetas sport.
Un abrazo para todos,
Pues yo visto las corbatas, pajaritas, broches, agujas de corbata, tirantes, relojes, gemelos y demás con gracia y me encanta la elegancia, por supuesto resalto en todos sitios y a veces me preguntan, ¿vas de boda?.
Dicha pregunta me resulta graciosa, es muy típica que nos la hagan a los que vestimos de forma muy elegante, la próxima vez que me la hagan diré no voy de boda, si fuese de boda llevaría chaqué.
Desde hace unos meses siempre utilizo broches muy bonitos con los trajes, son un accesorio que me encanta, las agujas de corbata también.
Es cierto que cada vez se viste y se vestirá menos elegante, por eso los que vestimos muy elegantes destacamos en todos sitios.
No hay una segunda oportunidad para una primera impresión, me aplico esa célebre frase a la perfección.
Un saludo.
Para mi la clave es saber combinar elegancia y sencillez. Lo recargado no suele ser buen aliado de lo elegante.
Es cierto, a veces visto de forma recargada pero visto bastante elegante. El menos es más no va conmigo, para mí el más es más.
Un saludo.
No puedo contener la curiosidad al leer el penúltimo comentario. Supongo que también usará bastón y, de vez en cuando, botines de piqué…vamos, una reencarnación a medio camino entre Valle Inclán y Oscar Wilde…
Ya en serio, para mí la sencillez es parte consustancial de la elegancia en el vestir que, a su vez, forma parte de la elegancia en el ser. Lo he dicho muchas veces, no se viste uno elegantemente, se "es elegante", no se "está elegante". Alguien puede ir bien vestido y no ser elegante y viceversa.
Saludos.
Javier.
Pues no utilizo ni bastón ni botines de piqué pero los broches, agujas de corbata, gemelos y demás me encantan. Tengo 27 años y siempre visto y soy bastante elegante en todos y cada uno de los detalles.
Me encanta la sastrería italiana, tengo bastantes trajes y abrigos de sastrería artesana de cachemira y vicuña. Siempre voy muy bien vestido y soy muy elegante en todo momento y los que me conocen lo saben.
Un saludo.
Caray! Cada vez, las personas se visten peor,
OK! soy el rey!,
en mantener la raya del pantalón,
y en observar normas de educación..
Me gustan sus comentarios Sr. Anónimo…No he podido evitar recordar la canción de Gabinete Caligari. Dada su edad es posible que no la conozca. Caray! se titula.
Saludos. Javier
No, no conocía esa canción, yo sólo escucho El Danubio Azul de Johann Strauss, Nocturne de Chopin, Vivaldi Spring, Clair de Lune de Claude Debussy y ese estilo.
Soy elegante y selectivo en todas y cada una de las cosas y visto genial por eso resalto en todos sitios.
Un saludo.
Chicos,
Yo creo que este tema no da más. Os parece si lo dejamos y volvemos sobre el tema del artículo?
Muchas gracias a ambos.
EA
No nos prive de la diversión querido EA.
¿Para cuando un reportaje con fotos a este elegante anónimo? Que lo de Reillo y demás está bien pero un poco de variedad también se agradece.
¿Es normal que un profesor de Secundaria cometa tal cantidad de faltas de ortografía al escribir? Me parece increíble el profesor del primer comentario. No quiero imaginar cómo escribirán sus alumnos… Respecto a las nuevas normas de vestir en oficina, yo personalmente sigo considerando que la corbata es imprescindible, ya sea en traje o dos piezas. Cualquier conjunto queda mejor SIEMPRE con corbata que sin ella. El aspecto que dan algunas personas sin corbata, sin afeitar y con americanas baratas es, sencillamente, impresentable. Parece que se acaban de escapar de prisión. Corbata sí, siempre.