Si bien en diferentes ocasiones hemos analizado prendas de sport, estas obedecían a un concepto más “formal”. Chaquetas de sport, pero de vestir, zapatos informales pero pensados para un dos piezas… Pantalones de franela, camisas de tiempo libre etc. han sido otras a las que hemos dedicado varios artículos.
Hoy, respondiendo a una petición que se repite con cierta frecuencia en el mail de la página, y como excepción, vamos a hablar de una prenda totalmente informal. Una prenda que no es ni a medida ni está cosida a mano, aunque sí tiene muchas horas hombre detrás. Y lo haremos comparando dos modelos tan similares como diferentes: dos chaquetas de piel de corte “biker” pertenecientes a dos grandes marcas.
Antes de empezar, apuntar que hablar de prendas tan informales no es la temática de la página. Sé, como bien me recuerdan los correos recibidos pidiendo ampliar nuestra temática, que páginas similares a la nuestra abarcan un abanico más amplio de estilos. Incluso algunas que empezaron hablando casi en exclusiva de los mejores sastres de Savile Row hoy lo hacen hasta de camisetas. No obstante, esta no es nuestra intención, ni tampoco la línea editorial de este portal. Por lo que tomemos este artículo como excepción y entendamos la filosofía que tantos años ha acompañado a El Aristócrata.
Dicho esto, admito que hay prendas que siendo muy informales también son de lo más interesantes. Por ejemplo, me encantaría hacer un estudio detallado de la evolución de los modelos más emblemáticos de Barbour o comparar marcas legendarias como Mackintosh y Burberry u otras como Loro Piana y Cucinelli. Quién sabe si lo haremos más adelante, pero de momento seguiremos dedicando nuestra atención principalmente a prendas confeccionadas tanto artesanalmente como a medida. Y que conste que hay prendas RTW que por su historia y calidad bien se merecerían aparecer también aquí.
A lo nuestro. Las chaquetas que hoy nos acompañan tienen un alto grado de artesanía. Ambas, sin la intervención de la mano del hombre en casi todas las fases del proceso de confección, no hubieran podido ver la luz. No obstante, ninguna de ellas es a medida ni puede considerarse como artesanal 100%.
La biker de Loewe es, con diferencia, mi chaqueta de piel preferida. Tal es así que con los años he conseguido tenerla en todos sus colores: azul, verde, marrón y negra. Es una chaqueta que su calidad se aprecia a distancia. El color es uniforme en toda la chaqueta, independientemente de la intensidad de su uso. No adquiere ningún tipo de patina y su envejecimiento no la hace de por sí más bonita. Su piel es de cordero, de una gran finura – la chaqueta pesa solo 1.4 Kg – e independientemente de la frecuencia en que la vistamos no adquiere ningún tipo de arruga. Tocar su piel es todo un deleite. Además, bastará con colgarla unas horas para que desaparezcan las arrugas del día.
Su forro de algodón es de la conocida casa alemana de forros Bemberg, una de las casas de tejidos que más atención presta al ciclo sostenible de su producto. Su huella es nula pues de quemarlo vuelve a la tierra como ocurriría de quemar algodón. La chaqueta se confecciona en España siguiendo un proceso muy similar al de los conocidos bolsos de la marca francesa. Es muy ligera, llega solo hasta la cintura y en su diseño se evitan cinturones y grandes cierres; ambos signos distintivos de la mayoría de bikers.
Por su escasa protección frente al clima, es una chaqueta de primavera, pero, especialmente, por su poca salvaguardia en caso de caída no es precisamente la mejor chaqueta para ir en moto. Tampoco su elevado precio anima a exponerla a este uso. Pero mentiría si no dijera que me acompaña en moto por ciudad más de las veces que sería deseable. Su diseño armoniza, a mi modo de ver, muy acertadamente con el estilo retro de las café racer y de las motos custom americanas. Tanto esta como la chaqueta que ahora veremos más en detalle combina sobre todo con vaqueros, algo que acentúa su aspecto relajado e informal.
La biker de Fine Creek Leathers, concretamente nuestro modelo, el Leon, tiene enormes similitudes con la biker de Loewe aunque coge su inspiración en la mítica chaqueta que Marlon Brando vistió en 1953 en la película ‘The Wild One’. También James Dean y Johnny Deep han vestido este corte con regularidad, tanto en el cine como en su vida privada. Con muchas similitudes con otra chaqueta imitada hasta la saciedad: la Perfecto de Schott, la Leon se diferencia de todas ellas por la piel utilizada, su piel de caballo.
Yoshikatsu Yamazaki, dueño y diseñador de la marca, la ha convertido en solo unos años en una de las marcas de chaquetas de piel más prestigiosas y deseadas de Japón. Y como sabéis, hoy por hoy Japón lidera en prestigio y exclusividad lo referente a este tipo de prendas. También lo hace en vaqueros, aunque esto lo dejaremos para otra ocasión. De tiradas muy cortas, todas las chaquetas se fabrican en un pequeño taller de Tokio, la inspiración en modelos de los años 40, 50 y 60 está siempre presente y esperar varios meses por ella es casi obligatorio.
Si bien estéticamente nuestras bikers pudieran parecerse, la piel utilizada en una y otra las aleja enormemente. La piel de caballo, más esta de 1,3mm de grosor, da a la prenda un aspecto mucho más tosco. La piel es mucho más rugosa, dura y, de alguna forma, de compararla con la de Loewe, hasta basta. Obviamente, las pieles de la curtiduría japonesa Himeji no buscan el aspecto fino e impoluto de la piel de cordero española. Por el contrario, persigue una chaqueta, si me lo permitís, más de “tipos duros”.
Esta sí es una chaqueta pensada para vestirse a diario, llueve o nieve. De hecho, lo más especial de esta chaqueta es su forma de envejecer. El tintado que lleva, marca de la casa, hace que coja una pátina que no para de evolucionar según se usa.
Mucho más pesada que la anterior usa, curiosamente, el mismo forro interior que esta, de Bemberg. Las cremalleras, tanto en esta como en la de Loewe son de una increíble calidad y robustez. Claramente la Leon está confeccionada para durar muchísimos años y aquellos que vistan de sport podrán hacerla la chaqueta de su día a día. Muy rígida y dura al principio, pero que va ganando flexibilidad con el paso del tiempo, puede convertirse en una de esas prendas a las que llegar a coger cariño. Su particular envejecimiento con el uso que le das hace que la sientas más tuya.
Aunque la Leon cuesta unos cientos de euros menos que la Loewe, su envío, no se vende en España, termina de encarecerla. Su escasa producción no hace fácil dar con tu talla por lo que, como fue mi caso, puede tocar esperar más un año para conseguirla.
En definitiva, dos prendas igual de especiales que no tienen por qué ser excluyentes. La biker de Loewe, exquisitez y finura. La de Fine Creek Leathers la rigidez de la piel de caballo y el envejecimiento del patinado más especial.
El Aristócrata
7 comentarios
Pues una pena que no vaya haber más artículos como este. Me ha encantado la comparativa. Tan parecidas como diferentes. Y yo me quedaba con las dos. Una para vestir más en plan bien y la otra para todo trote. Por cierto, soy un enamorado del trabajo de los artesanos japoneses. Zapateros, diseñadores ropa vintage, curtidores…
Gracias por finalmente publicarlo. J
Buenos días,
comparto su reflexión y opino igual, pero bueno de vez en cuando algo para el común de los mortales no está mal. De hecho me ha recordado al artículo sobre una mochila LV, que se le desataba y no tengo claro como acabó el tema.
Sobre las chaquetas, sin ninguna duda Loewe, la marrón es divina y mira que el verde me gusta, pero en este caso me parece muy claro, de hecho, se ven mucho las marcas de uso, yo le daría con nivea azul, es una maravilla, sobre todo para los guantes de moto cuando se ponen rígidos por la lluvia.
Reconozco que el color de la Fine Creek Leathers es precioso, pero la calidad del cuero y cosido, no tiene nada que ver con la Loewe. La hebilla de la cremallera de bolsillo de Fine Creek, me parece horrorosa.
Sería interesante saber, si las cazadores son previas a la compra de LVMH de Loewe, ya que calidad se ha visto mermada en mi opinión.
Sobre el comentario anterior, yo de Japón me quedo con sus zapatos, los de Fukuda son una maravilla.
Gracias por el artículo EA.
Feliz semana a todos.
Eneko.
Poner crema Nivea al cuero es una burrada muy típicamente española…
Veo que no ha superado todavía los comentarios de Simon sobre la sastrería española
La azul de Loewe es de infarto
Enhorabuena por las “bikers”. No cabe duda que, ninguna, puede comparase a la de Loewe. Es una “biker” de salón. Para vestir, dando una imagen de motero informal (no “casual”) y destacando por su calidad en la piel y buen remate. La otra, de cuero de caballo, es otra historia. Para mí, el cuero de caballo, es el mejor material para una cazadora (“biker” o “pilot”) por sus características propias. Tengo una Cockpit de pìloto en ese material desde hace años y resulta cómoda, impermeable y de una apariencia sin igual. Es a la vez dura y suave, asegurando muchos años de uso en cualquier condición. La de Loewe, a pesar de su imponente presencia, no es tan resistente. Recomiendo el bálsamo Effax para el cuidado de éste tipo de prendas.
Un saludo
Buenos días Mariano,
Yo prefiero la piel de canguro. Esa sí que es resistente y elástica.
Gracias por la recomendación de la crema. La probaré sin dudas. V